SOBRE
PENSADORES "PAISANOS" A PROPÓSITO DE LA REVISTA Ñ
por
Alberto Buela - alberto.buela@gmail.com
Antes
que nada queremos abrir el paraguas antes que llueva y afirmar
que esto que vamos a escribir sobre pseudo filósofos
"paisanos o rusos" como les solemos decir en
Argentina, no va en contra de sus méritos sino que intenta
buenamente relatar, o mejor, describir aquello que hacen ellos
con sus esfuerzos intelectuales.
Nunca
leo Clarín diario por aquello que me enseñara José Luis
Torres, el fiscal de la Década Infame, al que llamaba el diario
de la coima. Y así como la sede de la casa Radical se conoce
como la casa de la coima, por el negociado de la Chade, de la
misma manera Clarín tiene su partida de nacimiento en el
negociado de las tierras públicas del Palomar donde medró
sobre todo Noble, su no tan noble fundador y director. (1)
Hoy
cayó en mis manos la revista de cultura de Clarín "Ñ"
en donde, prácticamente, en cada pagina escribe un
"ruso" sea Rabinovich, Feindemberg, Fiterman,
Schvartz, Kolesnicov, Tabarovsky, Manguel, para terminar en la
contratapa con la propaganda de libros de Sergio Chejfec,
Mauricio Rosencof y de la hija de León Dujovne, aquel que en la
facultad de filosofía peroró hasta su jubilación de su
correligionario Baruch Spinoza.
A
su vez, el corazón de la revista está dado por dos artículos
de José Feinmann y León Rozitchner sobre filosofía y filósofos
argentinos.
Y
¿qué dicen estos dos "paisanos"? Feinnmann, además
de hablar de él y de sus cursos de Página 12, cita a tres de
sus correligionarios, Klimovsky, Güner y el propio Rozitchner.
Mientras que León, a boca de jarro, viene a sostener que salvo
él, no hay filósofos en Argentina. Y si cita alguno que no es
"moishe", es
por la táctica del zorro en el monte, que con la cola borra sus
huellas.
Como
vemos por estos pequeños datos, no sólo la revista "Ñ"
es intercambiable con la revista "Nueva Sión" de la
comunidad en cuanto a la cantidad desmesurada y desproporcionada
de escribas "paisanos", sino que lo peor es que para
todos ellos no existen ni filósofos ni pensadores criollos.
Ahora
bien, este bombardeo que profundiza el extrañamiento de
nosotros sobre nosotros mismo se viene repitiendo, al menos en
el Grupo Clarín (2), desde la época de su fundación.
Es
sabido y nadie lo duda de la capacidad
financiera y de lobby de la judería argentina,
pero arrogarse la representación filosófica argentina ya es
demasiado. Cuando cualquiera que haya intentado hacer filosofía
sabe que los pensadores de origen judío nunca se han
caracterizado por
su creatividad sino más bien por su capacidad de difusión y
divulgación de ideas ajenas.
Es por eso que los viejos profesores de filosofía
"paisanos" se refugiaban, como don León Dujovne, en
las figuras, todas secundarias en filosofía, de Spinoza o en la
de León Hebreo y Maimonides para la Edad Media. Pues por más
que rasparan la olla de la historia no había más.
El
asunto de los filósofos o pseudo filósofos de origen judío
aparece a partir de los años 1960, en el tiempo que aparece
también el
tema del Holocausto,
y ahí surgen como repollos cientos de "filósofos judíos".
Comienzan los diarios y revistas especializadas a plagarse con
los nombres de Buber, Arendt, Lévi-Strauss, Levinas, Derrida,
Henri-Lévy, Finkielkraut, Gluckman, Agamben, Lowith y tantísimos
otros. En Argentina para no ser menos tenemos filósofos
"paisanos" a rolete. Y así al voleo nos encontramos
con sedicentes "filósofos" como los mencionados
Dujovne y Klimosky, luego vinieron los Barilko, Jalfen, Madanes,
Heller, Picoti, Kovaldoff, Abraham y hoy Feinmann.
Es
interesante notar la auto y mutua referencia que los
caracteriza: así, Abrahan cita a Kovaldoff y éste lo cita a
aquél. Feinmann cita a Rozitchner y éste lo cita a aquél. Y
no hablemos ya en el orden internacional con la autoreferencia
de los grandes gurús del pensamiento sionista en el orden
sociológico y politológico. Eso ya es una avalancha más que
una ola de moda cultural.
Pero
volviendo al orden filosófico constatamos que todo este enorme
esfuerzo de publicidad al ñudo, desde el punto de vista auténticamente
filosófico, sólo sirve para engrupir a los otarios, que es
como desembocar en la nada.
Desemboca
en la gilada que es la consumidora de cultura, en Argentina, a
través de los diarios La Nación, Clarín y su hijo putativo Página
12.
Ningún
filósofo argentino criollo, que los hay y muy buenos, compra
"pescado podrido" como es esta venta en cuotas de un
pensamiento que no existe.
Ciertamente
que ellos, los pseudofilósofos paisanos "logran
vigencia" por estar publicitados semana tras semana, día
tras día, en los grandes medios gráficos y televisivos, pero
lo que no logran es permanencia.
Y
este e su drama, gastan dinero e influencias en su promoción y
publicidad y terminan apagándose como la luz de un fósforo en
el momento mismo de su muerte. ¿Quién puede proponer hoy, sin
caer en el ridículo y la burla, un congreso de filosofía para
estudiar el pensamiento de León Dujovne o Jaime Barilko o
Jalfen?
¿Quién
podrá proponer dentro de veinte años hacer su seminario sobre
el pensamiento de Abraham, Feinmann o Rozitchner, si ya estando
aún vivos suenan a joda?. Absolutamente nadie.
Y
¿saben por qué? Porque en el orden filosófico y específicamente
metafísico es un pensamiento absolutamente inconsistente.
Porque la inteligencia judía es un pensamiento residual de
Oriente en donde la idea de vacío prima sobre la de ser. Es que
no pueden concebir el ser del ente ni como actus essendi ni como
presencia. No pueden concebir aquello que enseñaron Aristóteles
y Hegel que la realidad es "lo que es más lo que puede
ser". Es que, en definitiva, nadie puede dar lo que no
tiene.
Y
este es el drama strito sensu de la inteligencia judía en el
orden metafísico.
Si
bien el tema ha sido señalado desde siempre en la historia de
la filosofía y han escrito expresamente filósofos, en serio,
como Eugenio D´Ors, Nimio de Anquín o Mircea Eliade, ha caído
en el olvido, sobre todo, a partir del auge de los publicitados
filósofos "paisanos" por doquier.
Notas:
(1)
Esta denuncia la realizó Torres en el libro "Algunas
maneras de vender la patria" (1940) y en "Los
Perduellis" (los enemigos internos de la patria).
(2)
La principal accionista del Grupo Clarín es la firma
judeo-americana Goldman & Sachs de Wall Street.
Gentileza
de Rebanadas de Realidad
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