Carta
abierta a Roberto Cirilo Perdía
Sabés “Pelado”, hubo un tiempo que me merecías respeto, aunque
para mi equivocado, te respetaba porque eras un combatiente.
Sabés “Pelado”,
cuando empecé a tener conciencia de tus acciones terroristas, siempre
con ventajas, te perdí totalmente el respeto, pues pasaste a ser un
criminal, un asesino, un militar de un ejército clandestino, un
secuestrador y un ladrón.
Sabés “Pelado”, cuando las Instituciones de la República,
cumpliendo las directivas de un gobierno democrático, quizás con más
defectos que virtudes, ordenaron y reglamentaron presentar batalla a
un ejército clandestino, que vos integrabas, buscaste tu
“santuario” europeo.
Sabés “Pelado”,
cuando en tu lujosa vida europea, mandabas a tus “jóvenes
soldados”, armas, balas, explosivos y pastillas de cianuro, sentí
asco por vos.
Sabés “Pelado”, cuando armaste la “contraofensiva”, te tuve aún
más asco. No te enojes, creo que fuiste un criminal de criminales.
Sabés “Pelado”,
cuando pude contribuir, a vaciar parte de tu billetera, la de Graiver,
me sentí feliz, y mucho más porque no hubo en ello, muertos,
desaparecidos, ni robos. ¡Que alegría!, tu “periodista suizo”, y
tu Raúl Malario, no recibían más el sobre mensual, entonces tus
soldados perdían sustancialmente las armas, las balas, los explosivos
y las pastillas de cianuro, positivismo puro, sano y cristalino.
Sabés “Pelado”, el
17 de abril del año 1989, firmaste, junto con Firmenich, Vaca
Narvaja, Bidegain, Sepernic, Pardo, Martínez Agüero, Inés López,
Unamuno, Salmón y Montoto, el “COMPROMISO SOLEMNE, POR LA
PACIFICACION, RECONCILIACION NACIONAL, SUSTENTADAS EN LA JUSTICIA
SOCIAL, Y LA AUTOCRITICA”, volví a respetarte, creí iluso, que te
habías recuperado.
Sabés “Pelado”,
cuando la semana pasada, volviste a mandar al frente, a jóvenes para
el ataque artero y cobarde, me hiciste recuperar aquella sensación de
asco ya olvidada.
Mientras
te escribo, cumplo 1500 días de prisión por contribuir a que
perdieras mucho de tu billetera. Claro no te importa, vos igual la
recuperaste, te felicito, hoy tenés amigos en el poder, que te la
mantuvieron llena, y una justicia complaciente que te libera. Y bueno
es así, que bueno es tener esa suerte. ¿No? A mi me daría vergüenza.
Sabés “Pelado”, yo de acá no puedo salir, pero vos, que tenés
amigos en el poder, y si te autorizan, nos tomamos un café aquí en
la cárcel, es más… ya que te escondiste en la Catedral, si querés
vení con alguien, de ese Templo Sagrado.
¿Sabés porque
“Pelado”?, porque quiero intentar convencerte, que la guerra
terminó, para que no mandes muchachos y muchachas a la muerte. ¡Ya
sos grande!, para el reglamento del Servicio Penitenciario Federal, un
geronte. ¿ No crees que es momento de conciliar?. ¿No tenés
familia?. ¿No pensás en tus hijos, nietos o sobrinos tuyos o de otra
persona?.
Por favor “Pelado”, se bueno, no seas cobarde...