ARTÍCULO DE LA REVISTA NACIONALISTA
TERCERA LÍNEA DE CHILE ANTE EL FALLECIMIENTO DEL EX PRESIDENTE
Análisis
sobre la figura de Augusto Pinochet
Extractado
de la Red Kalki
http://redkalki.libreopinion.com/noticias/2006/12/pinochet.htm
El
maniqueísmo, un mal extendido, una visión que sólo permite colocar los
hechos en los extremos de lo bueno o lo malo según sea el juicio, realidad
profusamente conocida bajo el sistema de pensamiento de los partidos
políticos, una impronta a la que no escapa Pinochet.
Presentado como demonio o salvador, Augusto Pinochet acapara todas las
miradas; desde la izquierda se potencia al ex-gobernante como el "ogro" que
persiguió, torturó y masacró a 3.300 chilenos, sólo por "desear un sueño de
cambio", desde aquí Pinochet no es un gobernante sino un dictador, uno que
mantuvo preso al país durante 17 años bajo un gobierno de espanto en el que
la censura, y el militarismo como postura social se hacían presentes por
doquier... claro está que olvidan el hecho que Pinochet no llegó al poder
por un azar del destino, sino por el clima de ingobernabilidad y caos que se
vivía bajo la influencia soviética de Moscú y La Habana en Chile, hordas de
izquierdistas ideologizados se erguían desafiantes. Sin embargo, aquellos
violentos revolucionarios fueron vencidos bajo su misma ley, las armas y la
violencia como método de diálogo político fueron su vida y su tumba, eso
pese a que muchos de los sobrevivientes de aquella afiebrada revolución
ahora "vistan santos" y lloren inocencia.
Para la derecha Pinochet es una figura incómoda, por cuanto el
descubrimiento de secretas cuentas multimillonarias en el Banco Riggs de EE.UU.
han hecho tambalear la figura de incorruptibilidad que se pretendía
construir del anciano ex-gobernante. Sin embargo, y pese a los tropiezos la
derecha política presentó al general como su gran referente, aquel que
levantó y ordenó al país hacia una senda de progreso, en resumen un
"salvador", "bajado en andas por los ángeles del cielo", eso pese a que el
mentado militar estructurara un sistema de clases bajo la misma dialéctica
marxista, con la salvedad que el implementado por el gobierno militar fue la
dictadura de las clases mas altas del país, también se esconden las
privatizaciones de empresas del Estado a favor de capitales privados, así
como también la dependencia de Chile en materia de inteligencia al Mossad,
agencia que mantuvo unidades operativas durante el Gobierno Militar. En
suma, Chile se convirtió en un país servil al capital financiero
transnacional recubierto con una capa de patrioterismo expresado en
parsimonia militar y banderismo tricolor. Esencia y norte trascendente,
mejor ni buscar.
VUELTA EN 360°
Mas allá de la dialéctica empeñada en mostrar una política comunicacional
coherente, conveniente y servil a los ideologismos, están los hechos
aquellos que en el caso del General Pinochet hablan de una intención y que
terminan en una realidad absolutamente distinta de la inspiración inicial,
no es menos cierto que el mentado general pretendió en sus comienzos
articular un país sobre la base histórica y el destino trascendente de
Chile. Sin embargo, a poco andar se dejó seducir por la influencia marcada
de los "Chicago Boys", un grupo de economistas liberales formados en la
Universidad de Chicago bajo las teorías de Milton Friedmann y Samuelson,
pronto el coqueteo se convirtió en matrimonio y los sectores liberales toman
el control del país a través del Gobierno Militar, las visitas de Friedmann
y sus secuaces a Chile son una realidad, sus tesis se implementan con
profundas consecuencias para toda la nación y el mundo, Chile se perfila
como un ejemplo de las bondades del sistema neoliberal.
Aquellas máximas de 1973, que inspiraron la intervención armada son
pisoteadas por sus mismos hechores, lo mismo que se pretendió evitar del
marxismo; la disolución de la sociedad, la anulación de las virtudes patrias,
la falta de una unidad de destino como Nación trascendente, la
estructuración de una economía vigorosa, la precea del bien común sobre el
individual, se implementó con cómplice silencio, una vuelta de 360° grados
que comenzó con el rechazo a un ideologismo racionalista, y que terminó de
la mano de otro ideologismo racionalista igualmente perverso y alienante de
la persona humana.
Hoy Chile post Pinochet posee una sociedad desarticulada, sin virtudes
patrias, ni unidad de destino en lo universal, una estructura económica
dependiente del capital transnacional y el bien común está reducido a la mas
unitaria atomización individual, todo fruto de las modificaciones del
gobierno militar y la complacencia del nuevo stablishment
democrático.
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