PSEUDOATENTADO ANTISEMITA por Gustavo Cangiano
Hoy, lunes, tuve entre mis manos tres matutinos: La Nación, Clarín y El Argentino. En los tres, en tapa o en un lugar destacado, se difunde la misma noticia: Profanan 58 tumbas judías en La Tablada. La AMIA y la DAIA repudian el hecho. Se dirá: ¡otro acto antisemita! Pero no me conformé con leer el título de la nota y fui al cuerpo mismo, que en Clarín ocupa más de una página (páginas 28/29). ¿Qué me encontré? Notable. ¡No hay constancia de ningún acto antisemita! ¿Se entiende (como diría Carrió)?: no hay constancia de ningún acto antisemita. Hay una noticia sobre un hecho del que no hay constancia que haya tenido lugar. La
noticia da cuenta de lo siguiente. En el cementerio judío de La Tablada "robaron
las placas de bronce" de 58 tumbas. Se aclara que "no se
registraron pintadas ni inscripciones". ¿Puede decirse entonces
que "se profanaron" tumbas? Técnicamente, sí. Si uno entra al
cementerio de la Chacarita y se roba elementos de valor que pueda
encontrar en algunas tumbas con el objeto de venderlos y ganar dinero, no
sólo habrá robado. Además, habrá "profanado tumbas". Esto
daría derecho a la Iglesia Católica, por ejemplo, a emitir un comunicado
denunciando un "atentado anticatólico" No
deja de sorprender María José Lubertino. Hace un tiempo avaló la
expulsión del país de un sacerdote católico en razón de declaraciones
que había hecho tiempo atrás en un medio extranjero, respecto de un fenómeno
histórico, y a partir de ello propuso "penalizar a quienes
nieguen el ´holocausto´y el ´genocidio´de la última dictadura".
Es decir, la abanderada de la "antidiscriminació Volvamos al punto. En el cementerio de La Tablada, cuyo sistema de seguridad está controlado por la AMIA, se han robado algunas placas de bronce de ciertas tumbas. Eran tumbas judías, obviamente, puesto que La Tablada es un cementerio judío. Los ladrones se llevaron lo que pudieron y no dejaron ningún mensaje. ¿Atentado antisemita? ¡Por favor! Pero
aunque no haya habido en realidad ningún "atentado
antisemita", entre los medios de prensa y la acción psicológica del
sionismo ya lo han creado. Si la semana próxima el pasajero de un
colectivo que circula por el Once dejara escapar una flatulencia, los
medios titularían: "Otro atentado antisemita". Y el
informe anual de la DAIA encontraría argumentos para advertir al gobierno
que "la comunidad judía" está preocupada por la "ola de
antisemitismo"
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