Desde los años 80, el partido de Quilmes ha venido
sosteniendo un crecimiento importante en cuanto a drogas se
refiere. Sin embargo, hoy junto a Berazategui comparten idéntica
problemática social.
Desde hace más de un mes, padres de adictos en el partido de
Quilmes se manifiestan intensamente en contra de lo que ellos
denuncian, la inacción policial y judicial, y hay quienes ya
cansados de la situación, han dado un paso más.
Durante la semana que pasó, las marchas han ido creciendo y
los testimonios son cada vez más duros: ya no sólo reclaman
por la situación, sino que ahora al "escrache" de
los vendedores de estupefacientes han sumado sus acusaciones a
las autoridades tanto policiales como judiciales.
Por un lado, denuncian haber realizado varias denuncias por el
tema a la policía, especialmente al área de narcotráfico de
Quilmes, sin haber obtenido resultados satisfactorios. Mejor
dicho, se han realizado algunos allanamientos, pero siempre se
detiene a "perejiles" o bien los detenidos recuperan
la libertad en menos de una semana.
El punto más grave de estos reclamos se vivió hace días,
cuando vecinos de la Rivera, cansados de denunciar a una
vendedora de "Paco" de apellido Monzón, hicieron
justicia por mano propia quemando su casa. Como consecuencia
de esta violenta acción quedó detenido uno de los
manifestantes y días después se detuvo a la mujer por orden
del Fiscal Sampron Noel, de la UFI Nº 6, quien además
solicitó se aparte al personal de la Comisaría 1ra de
Quilmes de las investigaciones, por lo cual -ante las
reiteradas quejas de los vecinos-, los últimos allanamientos
por drogas los realiza la DDI de Quilmes en lugar de la
Brigada de Narcotráfico.
Ahora los padres y madres intentan agruparse con sus pares de
la zona de Bernal Oeste, la Rivera y Los Álamos de Ezpeleta.
También destacan que existe un aumento preocupante de
vendedores y consumidores de "Paco", sin que las
autoridades puedan controlar la situación. Además del grave
hecho de la vida perdida de muchos jóvenes, también está la
problemática de los que viven en la zona y se encuentran
condenados a los robos y la exclusión, lo cual se da porque
muchas de las líneas de colectivos que circulan por el
partido de Quilmes se han visto obligadas a cambiar sus
recorridos por los sistemáticos asaltos que sufren.
Ni la derrota del intendente Sergio Villordo, apadrinado por
el Ministro del Interior Aníbal Fernández, han calmado los
ánimos y la nueva gestión de gobierno deberá enfrentar una
problemática difícil, como es llevar tranquilidad a la
población y combatir la droga en un partido en el que la política
está históricamente vinculada a la protección y difusión
del narcotráfico.
Los padres indignados comentan en las marchas cómo en la
Rivera y en la zona de los boliches la droga se comercializa
impunemente y cómo incluso en algunos lugares donde se
"sabe" que hay "joda" concurren efectivos
policiales y no justamente a trabajar. Algunos incluso van más
allá y comentan: "acá nos conocemos todos, y yo que
laburo no me podría comprar nunca un auto como esos que usan
los de la brigada. Laburando no se lo compraron, entonces esto
no se va a terminar nunca".
Llama poderosamente la atención que, a pesar de las denuncias
de los padres -desde ya hace más de tres años- contra
algunos de los boliches más conocidos de la zona, todo siga
igual, incluso hay quienes hablan de áreas liberadas para la
droga.
Chicas violadas a la salida de esos lugares o incluso dentro
de ellos, robos, violentas peleas y hasta un marcado aumento
de ingreso en hospitales por intoxicación medicamentosa, son
la realidad de un Quilmes que parece no encontrar en los
funcionarios contención y mucho menos trabajo.
No faltan en este marco denuncias cruzadas de políticos que
se vinculan entre sí al negocio, y el oscuro entorno de otros
que además de esto, se los vincula también con la prostitución
de menores.
Poco a poco iremos desarrollando el tema, a medida que podamos
entrevistar a todos los padres que hoy sólo quieren Justicia.