REGRESO SIN GLORIA enviado por Acción Popular Nacionalista
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) anunció este lunes que sigue dispuesto a rearmarse a pesar de las amenazas de Israel de suspender el alto el fuego en la Franja de Gaza si reinicia su equipamiento con cohetes y demás tipos de armas. Otros grupos, en cambio, anunciaron que no suspendieron sus lanzamientos de cohetes contra las ciudades israelíes. En tanto, proporcionados por la ONU, surgían más datos de la dimensión humana de la masacre tras el alto el fuego, mientras en Israel, surgen críticas, no por la matanza irracional de civiles, sino por el fracaso de la operación de exterminio militar "Quieran
lo que quieran, la fabricación de armas para la guerra santa es nuestra
misión y sabemos cómo adquirirlas", afirmó en rueda de prensa un
portavoz de las Brigadas Ezzedin al-Qassam, el brazo armado de Hamás,
Abu Ubaida. Asimismo,
destacaron que desde el inicio del primer alto el fuego unilateral
declarado el pasado domingo han lanzado cinco cohetes contra Israel. Mientras,
el alto el fuego ha permitido conocer la dimensión de la tragedia
humana producida por la masacre militar. Los partes oficiales palestinos coinciden en la cifra de 1.300 muertos, entre ellos 400 niños y más de 200 mujeres, y más de 6.000 heridos. Este lunes fueron rescatados de entre los escombros más de 100 cadáveres. El número de víctimas mortales, según la agencia de la ONU de apoyo a los refugiados palestinos (UNWRA), podrían aumentar en las próximas horas. Policías
de Hamas se desplegaron este lunes en las calles y los bancos abrieron
nuevamente sus puertas, un día después del cese de una sangrienta
ofensiva israelí de 22 días en Gaza. Las usinas sionistas de la prensa internacional (de la misma manera que deformaron y/o escondieron la masacre) ya iniciaron una campaña de acción psicológica para "culpar" a Hamás y a las otras organizaciones por la magnitud de la destrucción los muertos, con el evidente propósito de dividir la población palestina de la resistencia. Motorizada desde Egipto, las EEUU y la potencias sionistas ya iniciaron una operación orientada a "reinsertar" a Abbas(su cómplice) en Gaza bajo la argumentación de un "gobierno de unidad" con Hamás. Asimismo ya está en marcha un Plan B diplomático en la ONU para aislar y "desarmar" a Hamás, que incluye el despliegue de una fuerza internacional para controlar las fronteras en reemplazo de las fuerzas israelíes. Esa
maniobra incluye un movimiento de presión para arrancarle concesiones a
Hamás (aprovechando su situación de debilidad) con la financiación de
la reconstrucción de Gaza y la apertura de los pasos fronterizos. La misma situación se repite en Israel, donde la sociedad, los medios de comunicación y los sectores del poder, ya se abalanzaron sobre el gobierno de Olmert por no haber conseguido los objetivos mínimos de la operación militar de exterminio lanzada el 27 de diciembre pasado. Unas
horas antes de proclamarse el sábado el cese del fuego unilateral por
parte de Israel, los partidos de la ultraderecha israelí encabezados
por el Likud acusaron al gobierno de haber desperdiciado la oportunidad,
cesando el fuego sin haber logrado los objetivos mínimos que se habían
planteado tres semanas antes: interrumpir el lanzamiento de misiles
contra Israel y el contrabando de armas y explosivos a la Franja de
Gaza. Netanyahu puntea los sondeos para las elecciones de febrero, y su posible ingreso a la conducción del Estado judío de Israel ya se vislumbra como el ingreso de otro proceso de "solución militar" en la martirizada y empobrecida Franja de Gaza. Las críticas que este lunes crecían en la prensa israelí no se referían a la destrucción de Gaza y a la matanza de civiles, sino al "fracaso" de la operación "Plomo Sólido" para terminar con la estructura político-militar de Hamás y las lanzaderas de cohetes palestinos a Israel.
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