ENÉRGICO REPUDIO AL VANDÁLICO ATAQUE CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA

por Alejandro Biondini

 

A través de la presente, deseo expresar mi más enérgico repudio a los actos vandálicos registrados hoy contra la Iglesia San Ignacio de Loyola de la Ciudad de Buenos Aires, ataque cometido por participantes de la toma del Colegio Nacional Buenos Aires, que militarían en organizaciones extremistas de izquierda.

Este aberrante hecho, que no sólo es un atentado contra la Institución religiosa más importante de nuestro país sino también contra uno de los principales patrimonios históricos de la Capital de la Nación, es el resultado del absoluto descontrol que se vive en nuestra Ciudad. Es claro que la toma de los colegios está siendo fogoneada por autodenominados “centros de estudiantes” que carecen de legitimidad y representatividad real entre los alumnos, como ya ha quedado demostrado. Estos “centros” en realidad no son otra cosa que pequeños núcleos sectarios y antidemocráticos, que paradójicamente dicen contar con el apoyo de determinados partidos políticos e incluso con el respaldo de sectores del kirchnerismo gobernante.

Asimismo, entiendo que es ineludible la responsabilidad del actual Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, puesto tanto él como su gabinete vienen demostrando a lo largo de estos seis años su absoluta incapacidad de gestión en áreas claves como la Educación, la Salud Pública y la Seguridad. Si el macrismo no puede resolver una toma de colegios o un conflicto gremial en un ramal de subte en la Capital Federal, no comprendo cómo pretende postularse para el gobierno del país en el 2015.

Los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires estamos abandonados y hemos quedado entre dos fuegos: la inutilidad del macrismo y la sistemática política divisionista del gobierno nacional, que a su vez aprovechan sectores que pretenden prosperar a través del caos, del conflicto y del odio social.

Es necesario que se sancione en forma ejemplar a los autores materiales e intelectuales de este ataque y que se les aplique todo el peso de la Ley.

La Libertad y la vigencia de los Derechos Humanos están seriamente comprometidas si este tipo de hechos se generalizan.