RESPUESTA DEL EMIRATO ISLÁMICO DE AFGANISTÁN A LAS DECLARACIONES DEL EX PREMIER BRITÁNICO TONY BLAIR

enviado por la Agencia Informativa Kali Yuga

 

En El nombre de Allah, el más Benefactor y Misericordioso.

Recientemente el ex premier británico Tony Blair, en un reportaje manifestó que el  “Islam radical” es la amenaza más grande que tiene el mundo libre hoy en día.  Es de destacar sin embargo que la expresión “Islam radical” es apenas una frase reciente utilizada por los enemigos del Islam para desmerecer a todos aquellos musulmanes que hayan decidido vivir de acuerdo a los edictos del Islam. Luego de la derrota de las Cruzadas Cristianas de manos de las armas Musulmanas en Palestina los poderes europeos han hecho hasta lo imposible para capturar y distorsionar con su poderío a toda la herencia musulmana en tales territorios intentando que tales pueblos se apartaran de los principios islámicos. Esto ha pasado especialmente durante el período del colonialismo el cual no solamente significó sacarles a los pueblos islámicos su libertad y recursos económicos, sino también tratar de distorsionarles su religión islámica originaria a través de una hábil infiltración de principios antagónicos a la misma.  En primer lugar han tratado de distorsionar el concepto de Jihad en el  Islam.

En Segundo lugar introduciéndoles su absurdo laicismo consistente en la separación entre la política y la religión.  

En tercer lugar suprimiéndoles las leyes islámicas sustituyéndolas con las permisivas y corruptas legislaciones que hoy vive el occidente degradado con sus ilimitados garantismos que permiten premiar a la delincuencia y a las diferentes inmoralidades, principalmente las derivadas de una vida sexual desordenada y promiscua.  

En su intento por destruir estos tres pilares esenciales de nuestras comunidades han querido constituir un Islam light que sería lo opuesto al Islam radicalizado que ellos critican que es lo contrario exacto a la actual decadencia occidental. Esta breve historia ayuda a clarificar las expresiones de este hipócrita primer ministro.

Tony Blair como argumento para alertar respecto del peligro del islamismo radical manifiesta que tal  sector puede hacerse de armas nucleares, químicas y biológicas para producir catástrofes irreparables a la humanidad. Sin embargo por lo que hasta ahora sabemos ningún pueblo o estado musulmán ha estado comprometido jamás con el uso de tales armas y son sin embargo los pueblos pacíficos y ‘civilizados’ que defiende el Sr. Blair los que en cambio han lanzado  contra civiles inocentes sus bombas atómicas en Hiroshima y en Nagasaki en Japón.

Y aun hoy los EEUU y la coalición que compone el país del Sr. Blair continúan usando armas con uranio enriquecido  contra civiles inocentes en Afghanistan y en Irak. Los musulmanes no han inventado ni usado armas químicas o biológicas o instrumentos no convencionales de guerra.

Es de recordar que los primeros en utilizar las armas químicas fueron los países europeos en la Primera Guerra Mundial de las cuales ellos han sido sus inventores.

Y con respecto a las acusaciones que él lanza tan ligeramente en contra de Chechenios, Kashmiries, Palestinos, Iraquies y Afganos por su pretendido ‘islamismo radical’, queremos recordarle que se trata de pueblos que están luchando por su soberanía que les fuera quitada de manera violenta e ilegal. Tony Blair, quien siempre se ha caracterizado por ser un hombre con más forma que substancia,  sería incapaz de contestarnos todos estos planteamientos. Como siempre acudirá a la tradicional retórica británica calificando nuestro estilo de vida como  “regresivo, oscurantista y poco actualizado”.

Sin embargo le queremos contestar que nosotros no somos más regresivos que Tony Blair con su nostalgia por el poder británico perdido. No somos más oscurantistas que Tony Blair quien continua justificando su invasión a Irak a pesar de que se demostrara la falsedad de su pretexto de unas inexistentes armas de destrucción masiva.  

Durante dos siglos enteros el occidente ha estado sustrayendo los recursos de los pueblos islámicos y asesinando a sus habitants con total impunidad. Sus agresiones contra los pueblos musulmanes continúan hasta nuestros mismos días. A los pueblos de tales países se les han negado sus libertades esenciales y el derecho a vivir de acuerdo a su religión.  

Ha sido por esta razón que se ha constituido el Emirato Islámico de Afganistán y por ello el occidente ha procedido a atacarlo esgrimiendo prontamente la excusa de los atentados de las Torres Gemelas.  Los cuales fueron es cierto una sana reacción del pueblo islámico en contra de las permanentes agresiones en contra de su territorio, pero no había pruebas al respecto para inculpar de los mismos a este Emirato.

Las pretendidas pruebas que presentaron eran absolutamente fraguadas e inconsistentes y a pesar de que nuestro líder les solicitó varias veces que presentaran evidencias respecto de que Osama Bin Laden era responsable del hecho nunca llegaron a presentar ninguna a nuestro gobierno. Pero lo más insólito es que el organismo títere de las Naciones Unidas con tal absoluta carencia de pruebas ha avalado la invasión a nuestro país.  

Tanto América como los británicos en la época en que eran liderados por Tony Blair, invadieron decenas de países islámicos sin tener argumentos legales al respecto y basándose exclusivamente en conjeturas meramente inventadas en su mayoría. Ha sido así que con tal ligereza han asesinado a centenares de miles de ciudadanos inocentes de Afganistan, Irak y otros pueblos musulmanes.  

Ellos han capturado a civiles inocentes y los han encerrado y torturado en prisiones que son una verdadera vergüenza en la violación de derechos humanos como las de Abu Ghuraib, Bagram y Guantanamo. Y por si fuera poco ellos han procedido a quemar públicamente ejemplares de nuestro libro sagrado el Corán y se han burlado de nuestro profeta Mahoma a través de caricaturas ofensivas y tienen todavía el coraje de llamar violenta a nuestra religión.  Ellos siguen masacrando a nuestro pueblo con bombas de racimo y con uranio enriquecido y todavía tienen el coraje de denominarnos ‘violentos’ cuando no hemos sido nosotros los que los invadimos ni los que les hicimos tal cosa.

El reportaje del hipócrita Tony Blair ha sido pues una sarta de mentiras.