RESPUESTA
A UNA PROPUESTA INDECENTE por Marcos Ghio El
Fortin - http://www.geocities.com/Athens/Troy/1856/Bochaca.htm
Joaquín
Bochaca es un escritor catalán que nos ha
convidado durante mucho tiempo con muy interesantes obras sobre temas relativos
al revisionismo histórico de la Segunda Guerra Mundial, pero que días pasados
nos ha sorprendido con una extraña y muy indecente propuesta dirigida a
personas de diferentes países entre los cuales se encuentra también el
nuestro. En la misma, que se titula “TEXTO
PARA UN PROGRAMA POLÍTICO PARA UNA ALTERNATIVA AL SISTEMA”,
el aludido nos invita a integrarnos en un frente de pueblos pertenecientes
a la "raza blanca" (¿qué hacemos con nuestros negritos?), la
que, de acuerdo a nuestro autor, se encuentra en la actualidad en una
situación sumamente crítica y de "lucha por su supervivencia",
proponiendo al respecto un vasto frente de comunidades poseedoras de tal
color de piel, el que comenzaría a organizarse primeramente en la Europa
a la que él pertenece para terminar incluyendo a las del resto del mundo,
mencionando especialmente a "USA, Argentina, Australia, etc.",
sin indicarnos si en tal "etc." estarían, además de la Norteamérica
de Bush, un blanco ario y de ojos claros, también el Israel de Olmert,
otro individuo de características similares. Del mismo modo le faltaría
precisar, pues se presta a muchas confusiones, cuáles son las razas que
nos ponen en peligro y de las que nos deberíamos defender. Al
respecto contestémosle primeramente al Sr. Bochaca
que está sumamente desinformado en un doble sentido. En primer término
porque que tal alianza entre "Naciones Blancas" ya existe, del
mismo modo que ya hace bastante tiempo que dicha raza está luchando
"por la supervivencia", si es que por ello debemos entender la
lucha en contra de otros pueblos cuya piel no es necesariamente del mismo
color de la del Sr. Bochaca. En segundo lugar
que nosotros los argentinos en algún momento participamos de tal alianza,
pero que luego, debido a una serie acciones efectuadas por esas
"razas enemigas" a las que pareciera aludirnos, se generó en
nuestro gobierno y en nuestra sociedad civil un miedo muy grande, muy
parecido al que se viviera en Europa tras el atentado del 11M que los
hiciera salir de la guerra de Irak en forma tan abrupta. A nosotros eso
que a Uds. les pasó en el 2004 nos sucedió diez años antes cuando
padecimos unos atentados como un castigo por haber participado de la
canallesca invasión a Irak organizada por Bush padre. Y si bien ello fue
demasiado tarde para hacernos salir de esa invasión como lo hiciera con
Uds., al menos tuvo el efecto de que en lo sucesivo nunca más nuestro país
volviera a unirse en un frente de "naciones blancas" para
combatir a las que no los son. Por ello no solamente no volvimos a invadir
Irak, tal como hicieron hace poco Uds., salvándonos así de un nuevo
atentado, sino que por las dudas tampoco lo hicimos con Afganistán, a
pesar de que en tal país son 37 las "naciones blancas",
incluida la vuestra, que participan de tal guerra. Y
justamente, ya que hablamos de Afganistán, en estos días los
"europeos", los norteamericanos y otras naciones del mismo
colorido están llevando a cabo una muy "heroica" ofensiva en
contra de sus "razas enemigas" en la ciudad de Musa Qala
en manos de 2.500 talibanes afganos y voluntarios árabes de Al Qaeda
quienes manifestaron estar dispuestos a luchar hasta morir. Se trata, como
Ud. muy bien dice, de una "lucha por la supervivencia". Pero es
de tener en cuenta que acá a las naciones europeas se les plantea una
terrible disyuntiva y un riesgo que ignoro si están dispuestas a correr
por mucho tiempo. En ocasión de vuestra invasión a Irak, Europa fue
informada puntualmente de que sobre ella iban a caer represalias si seguía
respaldando una canallesca acción de extermino hacia una población
indefensa con la excusa de eliminar el peligro de unas inexistentes
"armas de destrucción masiva". Hoy la lucha que vuestro país
blanco se empeña en efectuar también con exterminio del pueblo afgano y
que ha hecho que los europeos se concentren en las puertas de Musa Qala
para capturarla a cualquier precio es porque se dice que allí se
encuentra el centro de la producción del opio, droga cuyos derivados son
Uds. los que consumen sin que los afganos se los hayan obligado a hacer en
ningún momento. Pero quizás en vuestro entusiasmo por haber logrado
reunir a tanta raza blanca junta no hayan prestado atención suficiente al
hecho de que en estos días el líder de la lucha antimoderna
(y posiblemente también anti-blanca) les haya advertido que no tolerará
más vuestra presencia en territorio afgano pues no existe razón alguna
para que Uds. actúen como verdaderos lacayos de los norteamericanos
masacrando a un pueblo inocente. Hubiera sido interesante al respecto
que Ud., en vez de solicitar unir a los pueblos blancos, los que en
verdad, al menos por sus gobiernos, están tremendamente unidos, hubiera
estado entre aquellos que exigen la salida de vuestro país de esta guerra
infame que solamente en este año ha ya causado más de 6.000 muertos
civiles, víctimas en su mayoría de los "errores" de vuestras
bombas inteligentes. No he escuchado de vuestra parte ninguna solicitud al
respecto, ninguna campaña, sino lo contrario enfatizar en unir a pueblos
que poseen los gobiernos que se merecen, votan y apoyan. Lo responsabilizo
entonces por cualquier atentado que pueda acontecer en suelo europeo, ya
que fuisteis advertido y no habéis hecho nada
para evitarlo. Es por ello que considero a vuestra propuesta no solamente
como extemporánea sino como sumamente indecente. Pero
además la misma parte de un error esencial que ya se lo hiciéramos notar
tiempo atrás a vuestro compatriota Raul Bau. El vuestro es un racismo
materialista, biológico y por lo tanto moderno. ¿Por cuáles razones las
personas debemos estar unidas por el color de nuestra piel? ¿Por
qué tengo que sentirme más cerca de Bush, de Olmert,
de Zapatero, de Kirchner que de Bin Laden,
de Al Zawahiri, del Mullah Omar, o del líder
de las Cortes Islámicas de Somalia?
Lo que debe unir a las personas son los principios, no el color de la
piel. Yo me siento mucho más cerca de los afganos que luchan con valor
por sus tradiciones y terruño que de Uds. los europeos que pretenden
usurparlos y exterminarlos en servil subordinación a otros
"blancos", los norteamericanos. Acá está la diferencia entre
vuestro racismo materialista, que se funda en semejanzas corporales para
establecer relaciones entre las personas, y el nuestro que es en cambio
espiritual en tanto se basa en principios y concepciones del mundo. Tal
como decían Los Dióscuros: "Estamos
más cerca de un zulú que, aun con las limitaciones de un medio o de un
cuerpo, rinde culto a sus dioses y mantiene un vínculo con de lo sagrado
que de un europeo drogado y consumista como el que tanto abunda en
nuestros días, aunque sea blanco como nosotros". Pero
vuestro materialismo, que es moderno en el sentido más estricto del término
y por lo tanto no es tan contrario a lo que pueda afirmar el marxismo o el
liberalismo, tiene otra grave falencia que reseñaré aquí. Tal como le
hiciéramos notar también a Bau en su
momento, su rechazo por la existencia de una realidad espiritual
superpuesta a la de la materia es coherente con su rechazo de España como
entidad trascendente de los intereses de la región en la que se vive; en
el caso de aquel, como en el suyo, Cataluña. Ud. del mismo modo que su
coetáneo sostiene un federalismo de regiones autónomas para el cual se
hace indispensable "la difuminación del
nacionalismo cerril" y español. Y si bien "en una primera
etapa", es decir hasta que no se termine de "difuminar" tal
nacionalismo, se muestre dispuesto a aceptar a su "patria histórica",
ello es hecho "intentando poco a poco imponer conceptos étnicos"
que la sustituyan. Es decir Ud., de la misma manera que considera que a un
nivel universal es el color de la piel y no la concepción del mundo que
se posea lo que relaciona y singulariza a las personas, opina que en el
territorio en el que vive son los caracteres étnicos y no la adhesión a
un principio trascendente los que lo hacen. Queda así perfectamente claro
su materialismo que, a diferencia del que puede sustentar un marxista, es
zoológico y no economicista como en el caso de aquel, pero que en los dos
casos se rechaza la existencia de una entidad metafísica y superior. De
esta manera, si bien lo niegue de palabra, en la práctica Ud. está
alentando el separatismo pues quiere sustituir una entidad superior como
la nación, en su caso España, por las regiones y sólo acepta su
existencia como una instancia provisoria a ser suplantada con el tiempo
por una unidad genérica basada en caracteres físicos, tal como la Europa
Blanca y en un segundo momento la Raza Humana del mismo color de piel.
Queda perfectamente en claro que para Ud es el
factor físico el vínculo principal entre las personas y no la instancia
espiritual, metafísica y trascendente. Si
a esto le asociamos que Ud. rechaza para Europa "una nueva forma rígida
de uniformidad imperial" así como la existencia de "una unidad
centralizada" puesta por encima de las regiones autónomas que lo
resuelven prácticamente todo por sí mismas, se comprende también su
rechazo por el concepto de España como entidad superior y dadora de
sentido*. Su criterio no es muy diferente del que sostiene el liberalismo.
En ambos casos lo que se rechaza y disminuye en entidad es el Estado. Ud.
cree que las partes libradas a su accionar sin la intervención de una
instancia superior que las ordenen pueden autogobernarse
y perfeccionarse a sí mismas. Una vez más, del mismo modo que los
iluministas de estilo rousseauniano, considera que la "patria histórica"
es un fetiche que anula la fuerza espontánea y salvífica de la
naturaleza, representada para Ud. por las diversas etnías.
La
única diferencia entre Ud. y los liberales es que allí donde ellos dicen
individuos, Ud. dice regiones y etnías, pero
siempre hay una reivindicación de la naturaleza humana que no necesita
ser gobernada ni rectificada y a la cual tan sólo hay que permitirle la
mayor libertad para poder desplegarse y realizarse. Y finalmente y como
consecuencia de todo lo dicho, como buen moderno y demócrata que es, Ud.
sostiene la soberanía del pueblo por sobre el Estado. El pensamiento
tradicional piensa exactamente lo contrario a diferencia lo que en
unanimidad opinan marxistas, liberales y nazis biológicos como Ud. Por
ello vuestro programa no es de "alternativa" como pretende
hacernos creer, sino que es una de las tantas variables que nos presenta
el sistema. *
Todo ello sea dicho sin que tenga que significar forzosamente la
reivindicación de una actitud centralista y totalitaria, coartadora de
cualquier libertad verdadera, que es cuando se distorsionan los conceptos
de verdadera autoridad y centralidad propios de un Estado tradicional.
Tales ideas son desarrolladas vastamente en obras de Julius
Evola tales como "El Estado
tradicional", así como en diferentes capítulos de "Los hombres
y las ruinas", por lo que nos remitimos a las mismas.
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