RESPUESTA AL MENSAJE PÚBLICO DE ADRIÁN SALBUCHI por Marcos Ghio
Lamento que haya publicado la nota del Sr. Salbuchi, la que a nuestro entender ha sido el producto de un ocasional enojo y que de lo único que ha servido, debido a su carácter grosero, ha sido para descalificar al que la escribe más que a quienes ataca. Pero antes de proceder a responder lo que allí se dice quiero dejar constancia en primer término de que la misma me fue enviada personalmente y luego hecha llegar a Walter Preziosi, tal como se me solicitaba, habiendo ambos posteriormente contestado al Sr. Salbuchi en forma separada (le hemos enviado copia a Ud de las mismas) y no recibiendo nunca respuesta por parte de éste, tal como hubiera correspondido. Por lo que, al haberse interrumpido de su parte el diálogo epistolar, y en tanto que hemos sido aludidos y atacados públicamente, solicito derecho a réplica, haciéndolo también en nombre de Walter Preziosi por la Agencia Kali-Yuga. 1) No es cierto que el Sr. Salbuchi, tal como dice en su esquela, tuvo que enterarse de una nota pretendidamente crítica hacia su persona por parte de Preziosi a través de terceros. La misma le fue hecha llegar puntualmente a sus dos direcciones de correo, tal como se suele hacer siempre que se emite un comunicado sea del Centro de Estudios Evolianos como de la Agencia Kali-yuga. 2) No es verdad que en ese artículo aludido se lo critique en parte alguna, sino que simplemente, tal como él mismo se encarga de citar, se dice que él hizo pública una nota que apareció previamente en una revista española identitaria, lo cual no tiene por qué significar que él comparta su ideología. En todo caso más que enojarse con quien le hace notar tal coicidencia, él se tendría que preocupar por estar concordando, al menos al resaltar una determinada posición, con quienes combaten a la inmigración extranjera en Europa, que incluye a muchos de nuestros compatriotas, a los que suele calificarse despectivamente de 'sudacas', y que, en su rechazo por lo que califican como "invasión islámica" a su territorio, terminen muchos de ellos conicidiendo con Israel en tanto combate contra el mismo enemigo. 3) Lamentamos sobremanera que Salbuchi deba calificar como "sospechosa" la crítica que le hemos hecho en otras notas de nuestra autoría, dándonos a enterder que tal hecho se vincularía con una querella que le estaría incoando a la DAIA. Frente a tal curiosa vinculación, queremos acotarle que en nuestro caso particular no solamente hemos llevado ante la justicia a dicha institución, sino que hemos sido también querellados por la misma y por el embajador de Israel y que en la actualidad estamos llevando a cabo diversas demandas contra personas vinculadas con dicha postura. Sin embargo esta superabundancia de actividad judicial no nos quita el tiempo para el debate de ideas y no nos lleva a pensar que todos aquellos que no están de acuerdo con nosotros son personas "sospechosas" de colaborar con los judíos. 3) En tanto somos comprensivos en nuestras consideraciones, entendemos perfectamente que tal actitud de víctima que asume nuestro contradictor se debe a su fanática asunción de la postura hiperconspirativa que le criticáramos en una anterior nota (El antisemitismo funcional) por la cual todos aquellos que no comparten o critican como nosotros sus puntos de vista formarían parte de la gran conspiración judía. Es por tal razón que, debido a tal cómodo conformismo en el que se escuda, Salbuchi no se siente en la necesidad de contestar nuestros argumentos, sin percatarse de que con tal actitud está también demostrando un gran desprecio por la inteligencia de sus lectores los cuales merecerían de su parte una justificación de muchas de sus argumentaciones y una respuesta racional a las críticas que le hemos efectuado y no tendría que despreciarlos creyendo, tal como pareciera, que éstos se van a sentir impresionados por sus guapeadas y enojos. 4) No solamente el suscripto tiene el derecho a cuestionarse o dudar, sino también todos aquellos que vienen recibiendo su monotemático y reiterativo mensaje desde hace más de 14 años por el cual él nos dice que el atentado contra la AMIA no habría sido hecho a fin de que nuestro país no vuelva a integrar más una 'misión de paz' en el Medio Oriente, tal como hiciera en la primera guerra de Irak en el 90'. Que por lo tanto habría sido una mera casualidad que después de tal acto, como el similar que se hiciera contra la embajada de Israel, en lo sucesivo la Argentina no hubiese integrado grupos de naciones invasoras, como el de las 43 que hoy colaboran en la democratización de Irak y Afganistán. Que en cambio dichas acciones habrían sido realizadas por los mismos judíos, así como luego los atentados de las Torres Gemelas y otros similares, todo ello para justificar una invasión a Irán. Pero ¿por qué se resiste a explicar las razones de que, a pesar de estos insistentes anuncios, en todo este tiempo sea Israel como EEUU han invadido o bombardeado a Líbano, Palestina, Irak, Afganistan, Pakistán, Siria, Somalia, Yemén, etc y a Irán ni siquiera le han lanzado una bengala? Y más aun no solamente no se le ha hecho lo que con tanto dramatismo nos ha venido anunciando Salbuchi de manera monótona y reiterativa durante una década y media, sino que las últimas invasiones norteamericanas en el Medio Oriente han por el contrario beneficiado al régimen iraní al expulsarse del poder a dos enemigos suyos, a Saddam Hussein y a los talibanes, y más todavía en el caso de Irak al haberse puesto en el gobierno a un régimen chiíta que le resulta afin. El hecho de que alegue la excusa del enojo o de estar muy ocupado para no contestar las "sospechosas" campañas en su contra es a nuestro entender una excusa infantil para disimular la circunstancia más sencilla de que no tiene respuestas. 5) Salbuchi muestra asombro porque nos ocupamos mucho de él y acude a su usual procedimiento de la conjura, pensando que tenemos algo en contra suyo. Lo que él no percibe, en su obcecación ideológica, es que esto sucede porque es el único en nuestro ambiente que sigue ocupándose públicamente de tales cosas y que tiene la constancia de seguir diciendo aquello que otros en cambio, si bien lo manifestaron del mismo modo que él en algún momento, ahora, a la luz de los últimos acontecimientos, se han llamado a un prudente silencio. Por eso es que no nos ocupamos de ellos y sí en cambio de él y lo seguiremos haciendo en tanto lo consideremos necesario, a pesar de sus descalificaciones. 6) Por último, tal como le venimos insistiendo en otras notas, Salbuchi nos tendría que explicar por qué estarían beneficiando a los judíos aquellos que como los kamikaze entregan su vida destruyendo objetivos de Norteamérica e Israel y a los que ha calificado sea como agentes a sueldo o como "idiotas útiles" y no lo harían en cambio personas como él que convierten al judío en una especie de demiurgo universal que todo lo hace, aun lo que en apariencias se le opone (como los atentados antes aludidos) sembrando así en sus eventuales antagonistas un sentimiento de derrotismo e impotencia.Y ya que es muy propenso, tal como lo demuestra en su carta publicada, a incurrir en enojos ¿por qué no puede admitir que se tendrían que sentir más enojados que él los allegados de los mártires a quienes él califica con tanta desenvoltura y suficiencia como "agentes sospechosos", "idiotas útiles" y a sueldo? Esperemos que se le pase el enojo y que condescienda a contestarnos.
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