20 DE NOVIEMBRE DE 1845 – LA MUERTE DEL GAUCHO RIVERO Fuente: "Antonio Rivero, héroe gaucho" por Alberto Gonzalez Arzac
"El ser gaucho es un delito" cantaba Martín Fierro en su inmortal poema:"siempre pobre y perseguido/...como si juera maldito/porque el ser gaucbo, carajo!/el ser gaucho es un delito". De esa forma José Hernández nuestro máximo poeta, expresó el drama de los gauchos que quisieron ser libres "como el pájaro del cielo" y se debieron enfrentar con quienes los consideraron bandoleros. "Le
llaman gaucho mamao/si lo pillan divertido/si uno aguanta, es gaucho
bruto/si no aguanta es gaucho malo/¡Déle azote, déle palo!/porque es
lo que él necesita/de todo el que nació gaucho/esta es la suerte
maldita”. Arisqueándole tal vez a la triste suerte de los gauchos, Antonio Rivero se hizo a la mar guiado por la Cruz del Sur y terminó conchabándose de esquilador de ovinos en nuestras Islas Malvinas en tiempos que las administraban los gobernadores designados en Buenos Aires por Manuel Rodríguez y Juan Manuel de Rosas: Luis Vernet y Esteban Mestivier. “¡Ah!
gaucho Antonio Rivero/que en esos pagos tan fríos/se te agrandó el
Entre Ríos y el coraje montielero". Una
vez concluida su tarea Onslow dejó como gobernador al despensero
Dickson y el 14 de enero de 1833 zarpó hacia nuevos destinos de su misión
pirata. Fue entonces cuando Antonio Rivero comenzó su labor de
convencer a otro puñado de gauchos esquiladores para restablecer el
pabellón argentino. El 26 de agosto de ese mismo año el grupo de
gauchos comandados por Rivero tomó por asalto casas de Puerto Soledad y
algunas embarcaciones inglesas. A lo gaucho ejecutaron a todos los que
cumplían ordenes británicas. Antonio Rivero y sus gauchos estuvieron al gobierno de las Malvinas, arriando el pabellón inglés e izando la bandera argentina, hasta el 7 de enero de 1834 en que fueron reducidos por efectivos armados de la fragata inglesa "Challenger" comandada por el Capitán Seymour. Rivero y los suyos fueron embarcados para someterlos a juicio. “Y no me extraña esa hombrada/cumpliendo sus pareceres, que al fin en esos deberes/de su indómita gauchada/en tal desigual patriada/con su apotrada hidalguía/ta’ toda la tierra mía/quisquillosa y corajuda/porque parió bien sin dudarla yegua e’ la entrerriana”. La crónica y periodismo inglés los consideró "bandoleros", "asesinos", "delincuentes". Primero se les hizo un proceso en el buque "Spartiate", de la estación naval británica en América del Sur. Fue tan inicuo que el almirante inglés no se atrevió a convalidarlo y prefirió desprenderse del asunto desembarcando a Rivero y los suyos en Montevideo. "Ahijuna ... acostumbrao/a quedarse con lo ajeno/y Rivero que era güeno/pa' tirarle a los venao/tres barcos le había boleao/en insólito abordaje/y en aquel frío paraje/de la querida Argentina/no había libras de esterlina/para comprar su coraje”. La cosa es que poco después Antonio Rivero fue dado de alta en el ejército de Buenos Aires por el gobernador Juan Manuel de Rosas y allí prestó nuevos servicios hasta que, como lo comprobara el historiador José María Rosa, murió en su ley de gaucho patriota, al pie de una batería argentina peleando contra los ingleses el 20 de noviembre de 1845 en la Vuelta de Obligado. Algunos "historiadores" (sic), a pesar de la heroica y esforzado vida de Antonio Rivero, prefirieron mezquinarle honores diciendo que fue un gaucho pendenciero porque se basaron en las crónicas británicas sobre la sublevación de Malvinas. Hasta la Academia Nacional de Historia en un dictamen dado en Buenos Aires 19 de abril de 1966 con la firma de los académicos Ricardo R. Caillet-Bois y Humberto F. Burzio sostuvo que "los antecedentes documentales hasta ahora conocidos, no son nada favorables para otorgar a Rivero títulos que justifiquen un homenaje". Como cantó Martín Fierro: "el ser gaucho, carajo!/el ser gaucho es un delito”. Hoy, Día de la Soberanía, se cumplen 162 años del fallecimiento en acto de servicio de este gaucho que defendió la bandera argentina en Malvinas y la Vuelta de Obligado. Queremos homenajear su memoria repitiendo los versos de Próspero Chávez:“El filo e' tu caronero/es una luz que ilumina:/debe ser llama argentina/pal' q' se sienta servíl/y alumbre con su candil/el derecho a las Malvinas”.
Oscar J. Planell Zanone – Oscar A. Turone - Efemérides Históricas
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