Jóven y héroe

JUAN MANUEL DE ROSAS

 

    "Toda mi vida me atormentará constantemente el recuerdo del inaudito crímen que cometí al cooperar, en el modo como lo hice, a la caída de Rosas. Temo siempre ser medido con la misma vara y muerto con el mismo cuchillo, por los mismos que por mis esfuerzos y gravísimos errores, he colocado en el poder".

Urquiza, 3 de marzo de 1870

 

    La ciudad se estremeció ante el anuncio de una invasión: era el año 1806 y fuerzas británicas habían desembarcado en Buenos Aires, posesionandose de ella, mientras el Virrey cobarde huía, abandonandola, so pretexto de salvar los caudales. Mas la reacción cunde y hombres, mujeres y niños, todos, se aprestan a luchar para reconquistar los patrios lares. Clausurada la escuela por esa razón, Rosas llevó a su casa numerosos condiscípulos a quienes proveyó de armas, incitándoles a la pelea, para luego, capitaneandolos, presentarse a Liniers, ofreciendose como voluntario.

     Destinado al servicio de una pieza de artillería para transporte de municiones, Juan Manuel actuó valientemente en los duros combates de los días de agosto, soportando al pie de un cañón, durante largas horas, el violento fuego de artillería y fusilería del enemigo. Otros niños, aquellos que él armara, cayeron y para siempre en defensa de la Patria. Pero el pequeño héroe, con más suerte, fue respetado.

     Un día después de la victoria, Liniers le llamó y felicitó haciendole entrega de una carta para sus padres en las que les expresaba la descollante actuación del prócer, que había hecho gala de "una bravura digna de la causa que defendía".

     Tan pronto comenzaron los trabajos de organización de varios cuerpos para enfrentar una segunda y esperada tentativa, corrió a enrolarse como soldado voluntario en el 4to. Escuadron del Regimiento de Caballería Migueletes a las ordenes del Capitán Alejo Castex, batiendose heróicamente  en las cruentas acciones de los dias 5 y 6 de julio de 1807, siendo su comportamiento premiado con el grado de Alferez sobre el propio campo de la victoria, mientras el Héroe de la Reconquista, don Santiago Liniers y Bremont, más tarde Conde de Buenos Aires, don Martín de Alzaga, Alcalde de 1er. Voto y don Pedro Miguens ratificaban en cartas a don León, el arrojo de Juan Manuel y su merecida promoción.

     El jóven oficial tenía.....catorce años.

R.R.C.