Drmizat con mucho polvo
Con sus armas y sus balas
Juran al enemigo
Que no dormirá tranquilo
Fuera de las trincheras.

El malogrado presidente de España Zapatero dijo en un mitin en Canarias que “los barcos de pesca ya pueden salir de los puertos de Cadiz y de Canarias y poner rumbo a los caladeros marroquíes”. Un asistente se levanto y gritó “¡Del Sáhara, son del Sáhara!”, sin embargo Zapatero repitió: “Sí, los barcos canarios ya pueden volver a salir de pesca hacia los caladeros marroquíes”.

Este hecho sin precedentes muestra una vez más la continua enajenación histórica de España en el conflicto saharaui, su falta de honestidad y de visión humanitaria. La historia del Sahara Occidental está marcada por el abandono y traición española y el afán colonizador de Marruecos. La lucha del pueblo Saharaui debe ser un imperativo para los que defendemos la liberación nacional de los pueblos; doble imperativo, por solidaridad en la lucha y por ser españoles.

He comenzado este texto con un poema de Fana Alí, antigua combatiente fundadora del Frente Polisario, con los versos en el alma y un fusil M-19 al hombro en su juventud. Es uno de los poemas más populares del Sahara Occidental, El Drmizat, literalmente “el peloncito”. El sobrenombre se refiere a los jeeps Land Rover que durante la guerra eran adaptados para la artillería ligera, quitándoles la cabina. La historia del Sahara Occidental es la mezcla del polvo del desierto, de la pobreza material y de la rebeldía ascética, de la lucha contra el olvido y por su libertad.

6 de Noviembre de 1975. La marcha verde marroquí viola la frontera del Sahara Occidental, hasta entonces colonia española en proceso de descolonización. España, indignamente, acuerda un gobierno y administración temporal de ocupación tripartita con Marruecos y Mauritania.

26 de Febrero de 1976. España, cobarde, abandona el territorio saharaui. El Frente Polisario proclama la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Comienza la guerra de liberación nacional contra las huestes invasoras marroquís y mauritanas.

1979. Victoria sobre Mauritania, tratado de paz y reconquista de los territorios anteriormente bajo su dominio. Empieza la larga historia de mentiras, estafas, invasiones, muertes y crueldades por parte de Marruecos, que a día de hoy no ha terminado.

1991. Marruecos y el Frente Polisario firman un tratado de paz, auspiciado por la ONU en el MINURSO, la Misión de las Naciones Unidas para el referendo en el Sahara Occidental. Marruecos ha estado ilegalmente posponiendo ese referendo que, a día de hoy, aun no ha sido convocado.

Han pasado, por lo tanto, más de 16 años transgrediendo una norma internacional de primera y vital importancia, de forma violenta e ilegal. El gobierno marroquí ha movilizado a parte de su población para que se instalen en la zona ocupada, se registren en el censo y así puedan desequilibrar -boicotear- el referendum. A día de hoy, el Sahara Occidental se encuentra dividido por un sangrante muro de más de 2000Km que lo divide de norte a sur, la zona oeste controlada por el ocupante marroquí, y la zona del este gobernada por el legítimo Frente Polisario saharaui.

España, durante todo este tiempo, ha callado. Ha dado la espalda a un conflicto del que se marchó abandonando al pueblo saharaui, que vive en condiciones de pobreza extremas. El comportamiento de nuestro país es indigno de una nación de primer orden, más aun cuando el pueblo hermano saharaui nos reclama por nuestra obligación histórica y moral. Y ahora nos encontramos con este guiño de Zapatero a las fuerzas de ocupación, regresando así a la alienación de España con los opresores, en vez de con los oprimidos.

El pueblo español -nosotros- debemos mostrar que nuestra solidaridad con el pueblo saharaui trasciende fronteras y gobiernos, que tendemos nuestros brazos a los combatientes del otro lado del estrecho. Debemos demostrar que el pueblo saharaui no está solo, que España es un pueblo solidario y justo, que su lucha por su libertad e indepedencia es también la nuestra.

¡Viva el Sahara Occidental libre e independiente!