LA VIOLENCIA FUTBOLÍSTICO-PUNTERIL AVANZÓ HASTA LA FERIA DEL LIBRO

por Salvemos al Fútbol

Sin precedentes. Los escraches y las avanzadas violentas contra quien esboce críticas a cualquier variante del modelo de gestión de Cristina Fernandez, recibe un violento “merecido”. Y a ésta altura, las caras son demasiado conocidas como para no sacar conclusiones rápidas: los barras están cada vez más “consustanciadas” con la defensa de lo que le manden defender, de la única forma que conocen: la violenta.

El pasado domingo, varias decenas de descontrolados irrumpieron en la  Feria del Libro para impedirle al periodista Gustavo Noriega presentar su libro sobre el INDEC. Una obra crítica claro, y que apunta al corazón del modelo de Guillermo Moreno.

Sillazos, empujones, insultos y toda clase de desmanes en honor a la honra K, tuvo ejecutores: los encumbrados integrantes de la barra brava de Nueva Chicago y personajes vinculados a los sindicatos con mayor predicamento en el Mercado Central.

Fue el periodista Gustavo Grabia el primero en advertir rostros familiares. Su larga trayectoria en el periodismo de investigación dentro del fútbol lo ubican como un “semblanteador” experto. Caracterizado por ejercer un periodismo con cierto aire heroico –no cualquiera escribe lo que el afirma- se ha convertido en una fuente ineludiblemente necesaria en algunos temas.

Los identificó como integrantes de “Los Perales” una temible fracción de la barra verdinegra.

Es imposible a ésta altura creer que el Estado está dispuesto a hacer algo por acabar con la violencia en el fútbol. Usa a los marginales violentos en su propio beneficio, de modo que todo está dicho.

Mónica Nizzardo, presidente de SAF, refrescó la historia de las vinculaciones de éstos personajes con la muerte de Marcelo Cejas, crimen del que pronto se cumplirán tres años.

Una escalada que aumenta en intensidad. Cuantitativa y cualitativamente. Un espiral violento que, alimentado desde la punta de la pirámide, replica feroz hacia abajo. Allí, donde viven los ciudadanos.