KIRCHNER
LO HIZO: REGRESÓ LA ARGENTINA "SETENTISTA" QUE QUERIAMOS SUPERAR
Por
Edgar Mainhard
www.periodismodeverdad.com.ar
Néstor Kirchner es un paso atrás en la historia argentina. Su
reivindicación de los '70 no solamente resulta insoportable sino también
peligrosa. Lo que ocurrió en la quinta 17 de Octubre, sumado a la Ley de
Abastecimiento y a la reivindicación permanente de Montoneros, ubica a la
sociedad argentina en un bochorno permanente. ¿Para qué quiere la reelección?
Néstor
Kirchner añora los '70, que evidentemente no vivió, de lo contrario sólo un
masoquista tendría añoranza por aquellos años de plomo. Porque la violencia
no comenzó con el llamado 'Proceso de Reorganización Nacional'. La violencia
se hizo insoportable durante el peronismo. Aquellos días cuando las
'patotas' de las 'Seis Dos' de Lorenzo Miguel se mostraban los 'fierros' con
la de la CGT de José Rucci, aún cuando todos eran metalúrgicos. O cuando
Luis Barrionuevo hacía sus pininos como 'culata' del sindicato textil
enviado en misión de 'ocupa' al de los gastronómicos.
Después estaban los 'Montos', las FAR y, fuera del PJ, el ERP; del otro
lado, la Triple A, el Comando de Organización, la Juventud Sindical,
demasiada adrenalina, pocas ideas, nada de autoridad, incredulidad hacia las
instituciones. ¿Idealismo? Como explicó una vez un hombre de las FAP: "El
primer blindado se roba para pagar la revolución, el segundo para comprar un
tapado a la amante".
¿Qué es lo que encuentra Kirchner interesante de los '70? Que un día lo
explique para que los ciudadanos argentinos puedan, al menos, conocer un
punto de vista que no comprenden de la historia reciente. Pero hasta ahora,
la comprensión de los '70 que tiene Kirchner es grotesca. Solamente así se
puede entender esa escena de Juan Carlos Dante Gullo, un hombre K, junto al
ataúd de Perón en San Vicente, cuando Perón expulsó de la Plaza a Dante
Gullo y sus amigos.
El regreso al pasado que propone Kirchner quedó en evidencia en San Vicente
cuando de un lado y del otro gritaban una consigna que no se escuchaba desde
aquellos días en Plaza de Mayo, con 'el Brujo' aconsejando al General: "Ni
yankis ni marxistas / Peronistas".
En aquellos tiempos, los marxistas eran los de Gullo. ¿Y ahora quiénes son?
¿A quién le gritaban eso los violentos mientras se arrojaban piedras, palos
y hasta el chofer de Pablo Moyano practicaba tiro al blanco con sus rivales?
Ahora Kirchner dice que ha llegado el momento de prescindir del peronismo y
del sindicalismo único; que hay que abrir el oficialismo definitivamente a
la 'transversalidad' que propone el Frente para la Victoria y darle el
statu-quo que reclama desde hace tiempo la Central de Trabajadores
Argentinos porque Kirchner se lo prometió durante la campaña de 2003.
Debe recordarse que Kirchner tiene intervenido el Consejo Nacional del
Partido Justicialista porque es incapaz de ganar una elección interna y que
Hugo Moyano, ahora tan cuestionado, ha sido su sindicalista preferido, con
amplias atribuciones en la Secretaría de Transportes de la Nación y otras
áreas de competencia.
Kirchner se rasga las vestiduras pero ¿él es diferente? ¿Acaso no ha
utilizado con frecuencia 'patotas' similares en la Provincia de Santa Cruz,
con trabajadores municipales, para apalear a disidentes?
Hay una pregunta importante por estas horas: ¿Kirchner sabe hacer política
prescindiendo del clientelismo? Porque ahora Kirchner dice que buscará apoyo
afuera del peronismo, pero esa no es la cuestión. Lo que importa es si habrá
una nueva forma de hacer política o será la de siempre, que a la larga
termina en lo que ocurrió hoy en San Vicente.
Kirchner no prescindirá ni de la 'patota' ni del clientelismo porque es su
concepción, similar a la de otros dirigentes. Por eso prepara para mañana
miércoles un acto público enorme, en la ruta 197, a 2,5 cuadras de la
estación José C. Paz, en lo del intendente Mario Ishii.
"Quiero mucha gente. Quiero me aseguren más de 50.000 personas", intimó el
Presidente a Ishii, cuando éste lo invitó a la inauguración de un mercado
concentrador que dice que copió de Shanghai que para él queda en Japón y no
hay forma de hacerle entender que es en China.
Ishii ya ordenó a todos los municipales que concurran; y salió de leva, a $
70 por cabeza, cifra inédita en el ranking de la compra de voluntades. Eso
sí: Ishii quiere que la Policía Bonaerense le asegure la zona, no como hizo
la CGT que prescindió de 'la poli'.
En definitiva, lo de Ishii también es 'setentismo'; es más de lo mismo.
Kirchner se enoja con Hugo Moyano por el bochorno, no por la forma de hacer
política de Moyano, con 'patotas' incorporadas a la nómina salarial de
Camioneros, igual que Gerardo Martínez en la Unión Obrera de la Construcción
de la República Argentina, sindicato que tanto conoce Kirchner por la obra
pública sobrecotizada en Santa Cruz.
En definitiva, si Kirchner quiere 'setentismo' ahí lo tiene, con o sin
peronismo será igual. El día que realmente quiera dejar eso atrás, el día
cuando Kirchner abandone la adolescencia que lo trastoca, habrá que hacer
una reforma en serio, la que nunca hizo en Santa Cruz, la que nunca promueve
en ninguna parte.
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