SONETO PARA UN FUEGO

colaboración del Ing. Fernando M. Fluguerto Martí

 

AJEDREZ EN NUEVA YORK

Que fueron ellos mismos,
que fueron los de afuera,
que fueron los de Walt Disney,
que fueron los de Al Queda.

Que se les hundió el piso,
que las empujó el viento,
que las volteó  un sismo
y no se quemaron de adentro

Pero lo cierto es sencillo,
tan sencillo como cierto:
A la capital de los judíos,

la  del mundo financiero;
le volaron las dos torres,
las dos torres ya se fueron.