Artículo en Revista Siempre. México 12 de feb. 2006

María Isabel Sheraton
Sumisión neocolonial

Por: José Luis Ontiveros

La aplicación extraterritorial de la ley Helms-Burton de 1966, en el caso de la expulsión del Hotel María Isabel Sheraton de una delegación cubana que trataba negocios sobre materias energéticas, con su contraparte anglosajona, rebasa en mucho la discriminación o la violación a leyes secundarias, es un claro atentado a la soberanía nacional y una demostración fehaciente de la ineficacia de la inteligencia mexicana, que no se percata de nada de lo que ocurre en el país, una más de las pifias recurrentes del espantajo inútil del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

A ello se une el precedente del abierto injerencismo del director de inteligencia de Estados Unidos, J.D. Negroponte, quien dio un diagnóstico certero, mas inadmisible para un Estado nacional, respecto a la debilidad e incapacidad del gobierno de Fox, pese a que éste se ha distinguido por ser el nalga pronta del gringo, con un entreguismo cuyos precedentes están en Lorenzo de Zavala, el traidor vicepresidente de Texas y en la complicidad de Gómez Farías con Joel R. Poinsett, primer embajador de Estados Unidos en México.

Sin embargo, el silencio de Madrazo y de López Obrador en relación a este atropello, que el diario cubano Juventud Rebelde, describe como una condición neocolonial, en que los gobiernos que no apliquen sanciones ejemplares tragarán la humillación de ser mandados desde fuera, no sólo testimonia la falta de respuesta política, sino el temor de ambos a la potencia global declinante, lo que contrasta con Calderón, Campa y Mercado que al menos han aludido a este ultraje, pero con tibieza y dubitación. Nada los exonera si a destiempo lo condenan, hay hechos significativos que muestran lo que las caretas encubren.

Un Estado paralítico y servil, un Gobierno del Distrito Federal de pretendida izquierda, que permite violaciones básicas a la Constitución, y que tiene como cuartel turístico de su candidato, Andrés Manuel López Obrador, el Sheraton del Centro Histórico, donde el procurador Bátiz ya organiza la reunión nacional de procuradores, Madrazo y López Obrador que no asumen riesgos, éste es el escenario de unas elecciones viciadas, en que la partidocracia ya no tiene nada que hacer. La putrefacta democracia muestra su extrema vulnerabilidad, su irredimible corrupción: un gran vacío de poder ocupado por el intervencionismo yanqui. El demoliberalismo es incapaz de defender la soberanía, se requiere de un Movimiento Nacional de Resistencia, basado en las raíces identitarias iberoamericanas.

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