PARA TODOS Y PARA POCOS

Colaboración del Ing. Fernando M. Fluguerto Martí

Fundación Delphos

www.delphos.com.ar

 

Nuestro mensaje se dirige a todos, aunque sabemos que pocos lo recibirán. Pero como no sabemos quiénes son esos pocos, es nuestro deber intentar hacerlo llegar a la mayor cantidad posible de personas. Nuestra experiencia nos demuestra que la semilla vive y se desarrolla en los lugares y los tiempos más inesperados e imprevisibles.

Por eso mostramos imágenes de lugares temibles o paradisíacos, la diferencia estriba en los ojos que los miran. Por eso escribimos palabras que encierran pensamientos que casi siempre son símbolos. Es decir que hablan y proclaman advertencias o avisos diferentes cada vez que se leen.

Pero no importa que muchos lo reciban y pocos los guarden. Si la llama del espíritu que anida en el corazón está prendida y se aviva con nuestras palabras, y logramos que no se apague antes de Su vuelta, nuestro objetivo habrá sido alcanzado. Sabemos que "pasa el tiempo y se acerca el tiempo en que no queda ya más tiempo" y también sabemos que "los tiempos están cumplidos y las señales dadas. Solo falta la chispa divina que encienda la gran llamarada."

Pero como el día y la hora no nos serán revelados hasta que el relámpago se vea de horizonte a horizonte, debemos intentar hasta el último segundo que aquellos a quienes Dios elija abran sus ojos y sus oídos  Y preparen sus espíritus, sus almas y sus cuerpos para recibir al que vuelve en Gloria y Majestad. Limpios el corazón y el hígado, y los huesos del esqueleto hasta lo más profundo del calcáreo.

El sello ya ha sido puesto sobre la Tierra. El sucio ensuciese más y el santo santifíquese más. Los sabios brillarán como las estrellas en el firmamento Austral. El Águila Blanca nos ha señalado el tiempo y el lugar. La piedra verde se tornará blanca y roja como el fuego del Sol. Repitan los que aún oyen y ven. Griten los que sienten la llama aún prendida en sus pechos:

¡ Gloria a Cristo Jesús !
¡ Ven Señor Jesús !