EL COMITÉ POPULAR CONTRA LA TORTURA EN ISRAEL DICE QUE EL TRIBUNAL SUPREMO DE ESE ESTADO PERMITE AL SHIN BET TORTURAR PALESTINOS

colaboración enviada por LA ESTRELLA PALESTINA

www.laestrellapalestina.org

Traducido por Alejandra del Palacio


El Comité Popular Contra la Tortura, en Israel, ha publicado un reporte documentando varios casos de torturas a palestinos durante los interrogatorios a manos de los servicios de inteligencia de Israel, Shin Bet (Shabak).

En el reporte, titulado “Bombas que hacen tictac”, el Comité Popular contra la Tortura critica duramente la aprobación del Tribunal Supremo de Israel de usar métodos controversiales para interrogar a los palestinos, diciendo que, en Israel, no hay “una barrera efectiva –ni legal y ciertamente no ética- que impida el uso de la tortura”. La regla, dice el Comité, ha sido interpretada por el Shin Bet como una luz verde para torturar a cada palestino detenido.

El reporte incluye recuentos detallados de nueve palestinos detenidos que fueron torturados, físicos, sexuales y psicológicamente a manos de los interrogadores israelíes.

En uno de los casos, Bahjat Yamen, un residente de Qalquilya, dijo: “Simplemente me sentí aterrorizado, y tenía dolores intolerables en la espalda y sentí que mi espalda estaba a punto de realmente romperse, y grité y lloré y supliqué, pero la tortura no paró. Cuando terminó el interrogatorio, aproximadamente a las 4 de la mañana, me llevaron a mi celda. Y todo el tiempo había ruido en la celda –tocaban la puerta… e incluso escuchaba los gritos que di durante mi interrogatorio, los cuales al parecer los grabaron”.

Otro detenido, Amin Ahmad Jamil Shqirat, de Al-Sawahri Al-Sharquiyeh, cerca de Belén dijo: “Los interrogadores me sentaron en una silla, con el respaldo de la silla a mi derecha. Uno de los interrogadores se sentó al frente mío, y el otro detrás de mí, y me forzaron a enrollar mis piernas al rededor de las patas de la silla. Uno de ello pisó mi pie y me arrojó hacia atrás en cierto ángulo, lo cual me causó mucho dolor en el estomago y músculos abdominales. Cuando trataba de estirarme, el que estaba atrás de mí me jalaba de regreso, hasta que mis extremidades estaban exhaustas y me acostaba en el suelo, porque no podía mantenerme en pie debido a los calambres en mis músculos abdominales.

“Eso no es todo. Cuando hacía mi cabeza para atrás, uno de los interrogadores me golpeaba en el estomago y en el abdomen, y sostenía y movía mis piernas, lo cual me producía demasiado dolor en el estomago.

[…]

“Yo insistí en mi inocencia, y cambiaron el estilo. Trajeron unas esposas largas de metal y ataron mis manos atrás de mí con los puños en mis brazos. Ellos cerraban los puños y los presionaban hasta que el metal se clavaba en mi carne y podía sentir como si amputaran mi brazo. Cuando lloré de dolor se rieron y burlaron”.

Luay Ashqar de Saida cerca de Tulkarem dijo: “los interrogadores me forzaban a pararme sobre los dedos de mis pies por una a una hora y media, mientras mis manos estaban esposadas y las estiraban. Mis manos, cuando eran esposadas se hinchaban y se ponían azules…

“Del 22 de abril al 26 de abril, solo me dieron agua, y nada de comida, y no me permitían dormir. Los interrogadores se rotaban cada cuatro horas.”

De acuerdo con el reporte, la idea de una “bomba que hace tictac” fue usada por primera vez como un concepto literario por un escritor francés, en relación a la ocupación francesa en Argelia, “la cual no era menos brutal que la ocupación israelí en territorios palestinos”.

El Comité explica en la introducción del reporte que “los testimonios de nueve víctimas de terror ejemplifica el extremo al cual los mecanismos de tortura son usados en el trato de los detenidos palestinos, y el excesivo trato burocrático en el cual se lleva a cabo la tortura, de forma organizada, casi de manera indiferente”.

“Hoy en Israel, no hay una barrera efectiva – ni legal y ciertamente no ética- que impida el uso de la tortura”, el Comité continúa. “Una organización de servicios secretos como el Shin Bet decide independientemente usar la tortura, y después, investigarse a ella misma para determinar si el uso de la tortura fue o no justificado.

La directora de Comité, Hanna Friedman, advierte a Israel, “Un estado que se ve a si mismo como una democracia comprometida con la protección de los derechos humanos no puede permitir la tortura que es producto de la oscuridad de la época Medieval”.

De acuerdo con el sitio de noticia en Internet del periódico israelí Yedioth Ahronoth, la Agencia de Seguridad Shin Bet dice en respuesta, “Debe ser resaltado que la información derivada de estos interrogatorios ayudaron a prevenir y frustrar actos de terror en contra de los ciudadanos israelíes”.

Sin embargo, de acuerdo con el reporte de Comité, “La tortura no previene el terror. La tortura compromete la moralidad del torturador, y el cuerpo y el alma del torturado. La tortura refleja y al mismo tiempo perpetúa una visión del otro como un ser no merecedor de un trato humano, y como tal, también reduce las posibilidades de escapar del ciclo del miedo, odio, matanza mutua y deterioro étnico”.

El Comité Popular contra la Tortura exige que el gobierno de Israel “implemente de manera total los ordenamientos de la ley internacional referentes al trato de los detenido y prisioneros”, incluyendo “completamente y sin equivocaciones” la prohibición de la tortura por ley.

Fuente en inglés:
http://www.maannews.net