TRAS EL TRIUNFO DE HAMAS

Según el New York Times, EE.UU. e Israel quieren forzar nuevas elecciones en Palestina

El periódico estadounidense sostiene que representantes de ambos países discuten cómo hacerlo. La intención sería ahogar económicamente a la ANP y cerrarle sus conexiones internacionales.

Representantes de Estados Unidos e Israel están llevando a cabo diálogos para evaluar cómo desestabilizar al gobierno palestino y forzar a quienes lo asuman, tras el reciente triunfo de la organización extremista Hamas en los comicios legislativos, a llamar a nuevas elecciones en el mediano plazo, según asegura el New York Times  citando fuentes diplomáticas israelíes y occidentales.

De acuerdo al periódico, los dos países pretenderían ahogar financieramente a la Autoridad Nacional Palestina y cortarle sus contactos internacionales con la esperanza de generar el descontento de la población bajo el gobierno de Hamas hasta el punto que sea forzoso el llamado a nuevos comicios en los que pueda triunfar el hasta hoy oficialista Al Fatah que, a diferencia del movimiento islamista, mantiene diálogo con Israel.

Según las fuentes citadas, las discusiones se están llevando a cabo en los más altos niveles y el plan podría ser dejado de lado si Hamas reconoce a Israel, abandona la violencia y respeta los acuerdos previos, todos puntos que varios de los dirigentes de la organización consideran inclaudicables.

La estrategia reposa, fundamentalmente, en el aspecto económico, y reconoce el riesgo de que Hamas pueda mostrarse como víctima y obtener el apoyo del mundo islámico e incluso encarar un enfrentamiento abierto con Israel.

El periódico asegura que la posibilidad de una profunda crisis económica de la ANP es real y destaca incluso la opinión de un analista político palestino que sostiene que, después de que asuma Hamas, “la ANP podría colapsar en seis meses”.

Desde Hamas, el legislador electo Farhat Asaad se mostró poco impresionado por esa posibilidad y convencido de que “en dos o tres años” Estados Unidos aceptará la idea de dialogar directamente con el movimiento islamista, incluido en los listados de grupos terroristas de Washington y la Unión Europea. Sostuvo, además, que la organización conseguirá el dinero que necesite del mundo islámico.