LA VIVIENDA INALCANZABLE por Seprin.com Bajo el gobierno de Kirchner, el acceso a la vivienda de gran parte de los argentinos es más grave que nunca. El Plan Federal de viviendas no se completará en 2006. Los alquileres, cada vez más cerca de las nubes, subieron sin que el Estado intervenga. Los precios son elevadísimos y casi imposibles de pagar desde hace varios meses y el Gobierno nada hizo ni hace para evitarlo. En realidad, más que ayudar a miles de familias desesperadas por la suba de alquileres, lo que le interesa al Gobierno y los economistas K es terminar el año con un inflación de un dígito. Y para ello deben solucionar los aumentos en los precios de los alquileres. Para
muchos argentinos tener un lugar para vivir se tornó inalcanzable. Del
total del plan sólo se ejecutó la cuarta parte. La causa del parate y
lentitud de las obras es que la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y
Vivienda no está otorgando los fondos necesarios. El plan consiste en
edificar en terrenos mediante licitación. Los particulares se ofrecen a
este ente, que selecciona dónde edificar. Luego, hay otra licitación
para elegir a la empresa constructora. La Subsecretaría otorga fondos a
los institutos provinciales. El
gremio que lidera Gerardo Martínez aporta el grueso de los 360 operarios
que requiere el proyecto mientras que las constructoras son alrededor de 2
mil. Ese dinero se otorga en forma automática a las provincias, fondos suficientes para llevar adelante el plan. Al elaborarse el proyecto, se destinaron unos 1.500 millones más todo bajo el OK de la Secretaría de Hacienda a la hora de elaborar el Presupuesto Nacional. En el medio, entre la licitación y la obra, hay 29 pasos administrativos: una traba burocrática que dificulta la evolución del plan. La realidad marca que gran parte del dinero destinado y que no llega, se fue a las arcas del FMI en diciembre último, y el Estado aún no puede hacer frente, tras semejante pago, de las derogaciones para obras como el Plan de Vivienda. Los
gobernadores al reunirse con Kirchner, suelen hacer algún reclamo
respecto de la evolución del plan, fue tema de charla en reuniones con
los radicales disidentes. Esta es una de las demandas de los gobernadores:
la lenta evolución de las obras. Tras
dos años de trabajo el ritmo de las obras no permitieron alcanzar la
ejecución total. Los expertos aseguran que con viento a favor recién a
fines de 2007 y principios de 2008 el plan quizás pueda completarse Todo
esto incide en el parate de las obras y pone nerviosos a muchos, ya que
buena parte de sus recursos técnicos y humanos están puestos en
construcciones cuya ejecución se dilata. Ajeno a esto aparece la Cámara
Argentina de la Construcción, dedicada a las grandes obras de
infraestructura y presidida por Carlos Wagner, uno de los hombres fuertes
de Esuco, una de las empresas constructoras que más licitaciones ganó
cuando Kirchner gobernaba Santa Cruz. En Santa Fe, con toda la furia, las dos etapas del Plan Federal prevén 31 mil nuevas unidades habitacionales. Pero en todo el territorio santafesino hay más de 100 mil familias anotadas en el registro, de las cuales sólo 30 mil pertenecen a Rosario. En el primer tramo, corresponden a la provincia 10 mil viviendas en 90 localidades con más de 4.000 habitantes, y en el segundo, 21 mil. Pero se abrió el juego a todos los municipios y comunas que reúnan ciertos requisitos: un registro de 40 ó 50 familias inscriptas podrá construir por licitación pública en el marco del plan. Para anotarse en el sorteo, en un plan de vivienda, el interesado debe tener un recibo de sueldo que acredite que trabaja, esto en una provincia en cuya ciudad de Santa Fe los medios de comunicación calculan unas 95 mil personas con problemas de desempleo: 40 mil con planes de 150 pesos, otros miles que no consiguen trabajo, otros que hacen esporádicas changas y otros que trabajan en negro; en total, casi un 28% de los que estan en condiciones de trabajar. A pesar de que fueron miles los que bajo las aguas perdieron todo y que incluso, hace pocos días, tribunales internacionales fallaron contra el Estado argentino haciéndolo cargo de indemnizar a las víctimas mortales de la inundación, menos de 800 de esas viviendas son para los inundados en 2003, y para acceder a ellas deben las víctimas de la indolencia capitalista acreditar ingresos económicos estables. El titular de Viviendas y Urbanismo, Juan José Morín, anticipó: “Mucha gente no paga su cuota por creer que la casa igual es de ella, y no es así. Si no la paga, debe cada vez más”. Las unidades del Plan Federal se pagarán a 30 años con el 1,5% de interés anual, pero el interés por falta de pago es del 1% mensual. “Es decir que una familia que debe 10.000 pesos tiene cada mes una deuda adicional de 100 pesos aparte de la cuota, y cree que igual sigue teniendo la vivienda. Pero sus hijos no van a poder heredarla”. Desde el 2002, el gran capital se aprovechó de la bancarrota y de la devaluación para acaparar tierras y propiedades a precio vil, y llevar adelante negocios inmobiliarios que llevaron a la vivienda a una carestía insoportable. En los grandes centros urbanos, el techo se "redolarizó". Al calor de esta especulación, se redobló la ofensiva de desalojos y remates. Por orden del FMI, el gobierno levantó las suspensiones de remates por hipotecas de vivienda única. Luego, sancionó una ley de supuesto "salvataje" para deudores hipotecarios que sólo "salva" a los bancos acreedores, ya que establece refinanciaciones leoninas a las que sólo pueden acogerse el 10% de los deudores. Mientras tanto, se multiplican los remates de vivienda única en todo el país. El eje de la especulación con propiedades, la Capital, es también el centro de una grave escalada de desalojos. El
plan de Kirchner perpetúa el déficit habitacional, pero llenará los
bolsillos de la patria contratista de la construcción. Por otra parte, el
"plan Federal" está condicionado a que los municipios y
gobiernos entreguen tierras públicas disponibles. Es decir que cada obra
estará sujeta a la disputa entre punteros locales y nacionales, y a los
manejos y adjudicaciones arbitrarias de esos punteros. Las únicas tierras
que entrega el estado son terrenos inundables, sin infraestructura o cada
vez más lejanos de los centros urbanos. En
realidad, más que ayudar a miles de familias desesperadas por la suba de
alquileres, lo que le interesa al Gobierno es terminar el año con un
inflación de un dígito. Ese es el objetivo del equipo económico K,
conciente de que uno de los mayores desafíos que enfrentan es encontrar
una solución a los aumentos en los precios de los alquileres. Este rubro
le viene ganando la carrera a la inflación minorista, y de hecho en los
primeros seis meses del año acumuló un alza del 7,2%, contra el 4,9% que
registró el costo de vida. De
acuerdo con la ley de emergencia económica, sancionada en enero de 2002,
los contratos de alquiler no pueden ser indexados y deben realizarse por
un plazo de por lo menos dos años.
|