LA MAFIA CHECHENA 

por Denes Martos   -   http://www.denesmartos.com.ar

 

"Quien lucha contra monstruos debe tener cuidado de no convertirse en un monstruo. Si miras un abismo durante mucho tiempo, el abismo te devolverá la mirada".  (Federico Nietzsche)



Los rusos y sus mafias

En su libro sobre "La Mafia Rusa en América", sus autores James O. Finckenauer y Elin J. Waring sostienen de un modo algo provocativo que, la "mafia rusa", "en primer lugar, no es rusa; en segundo lugar, no es una mafia; y en tercer lugar, ni siquiera constituye un crimen organizado". [[1]] 

La afirmación, aunque suene arbitraria o caprichosa, no deja de tener cierta racionalidad. Por de pronto, es cierto que en términos generales la llamada "mafia rusa" está compuesta por criminales de todo un conglomerado de nacionalidades y etnias: ucranianos, judíos, moldavos, azerbaiyanos, armenios, chechenos, georgianos y toda una serie adicional de personas provenientes de las regiones que otrora pertenecieron a la Unión Soviética. Aunque, de cualquier manera que sea, prácticamente todos entienden y hablan el ruso, ya sea porque crecieron dentro del sistema soviético, ya sea porque sus regiones han pertenecido al Imperio Ruso desde hace siglos y han mantenido – por las buenas o por las malas – los lazos que los unen a la actual Federación Rusa, ya sea porque sus principales bases de operaciones se encuentran – o se encontraron originalmente – dentro del territorio ruso. 

La segunda tesis, en cuanto a que la mafia rusa no es una "mafia", ya resulta bastante más discutible. Para afirmar que la mafia rusa no es tal tendríamos que definir primero qué es una "mafia" en absoluto. Si por el término debemos entender una organización criminal establecida exactamente según el modelo y los códigos de la Cosa Nostra siciliana, entonces puede ser cierto que no corresponde aplicar esa denominación a las organizaciones criminales del ámbito ruso (aunque en ese caso tampoco correspondería aplicarla a muchas organizaciones existentes en otras partes del mundo, algunas incluso en los EE.UU.). Pero si por "mafia" entendemos usualmente algo así como "asociación ilícita compuesta principalmente por elementos criminales y dedicada en lo esencial a actividades ilegales tales como tráfico de drogas, contrabando, juegos de azar, prostitución, extorsiones, etc. etc. "; entonces difícilmente las organizaciones criminales "rusas" dejan de ser "mafias" en el sentido extendido del término.

La tercera tesis, en cuanto a que la mafia rusa ni siquiera está organizada, ya es poco menos que insostenible. En todo caso, lo correcto sería decir que está organizada de otra manera. Es cierto que, por regla general, no tiene una estructura estrictamente jerárquica vertebrada por "familias" al uso itálico. Pero tiene agrupaciones con estructuras bastante sólidas basadas en lazos y lealtades personales, con delimitaciones territoriales relativamente claras y redes de relaciones muy bien establecidas. Que ese sistema organizativo no sea igual al que estamos habituados a ver en Occidente no quiere decir que no funcione como sistema. Para desgracia de las personas que componen la población de la Federación Rusa y también la de otros países, no solo funciona como un sistema organizado sino que hasta ha operado con mortal eficacia en muchos casos.

Además, algo que caracteriza a la mafia rusa y que la diferencia de su símil italiana o norteamericana – ya sea ítalo-norteamericana o de otra connotación u origen – es la particularidad de su interrelación con la política. 

Es que la mafia rusa no se ha limitado, mediante sobornos y "otros métodos", a ejercer una influencia sobre la justicia local y, eventualmente, sobre las autoridades políticas de su zona de operaciones. La mafia rusa está literalmente entretejida por todo el aparato estatal, ya sea por la vía de los servicios de seguridad, ya sea por la vía de la economía y los negocios, ya sea por la vía de los partidos políticos y sus integrantes. Declarando ante el Congreso de los EE.UU., James Wolsey, en su momento director de la CIA, trataría de graficarlo algo irónicamente del siguiente modo: "Si por casualidad entabla usted conversación con un ruso que habla un inglés bien articulado en, digamos, el restaurante de uno de los hoteles de lujo del Lago de Ginebra, y el hombre viste un traje de 3.000 dólares y calza un par de mocasines Gucci, y manifiesta ser el ejecutivo de una compañía comercial rusa que desea negociar un 'joint venture', pues entonces existen cuatro posibilidades. Es posible que sea lo que dice ser. Es posible que sea un agente de inteligencia ruso trabajando bajo una cobertura comercial. Es posible que sea miembro de un grupo del crimen organizado ruso. Pero lo más interesante de todo es que también es posible que sea las tres cosas al mismo tiempo y ninguna de las tres instituciones tenga problema alguno con el arreglo." [[2]]

Es imposible comprender los métodos y el alcance de las bandas mafiosas en Rusia (incluso a la política rusa en absoluto) sin tener presente los niveles de corrupción inveterados y habituales de la burocracia estatal rusa en todos los niveles. Sobre todo hay que saber que la corrupción en Rusia no es un fenómeno reciente. No es algo que puede ser interpretado en forma exclusiva como una herencia de la nomenklatura del aparato soviético que, por cierto, no se caracterizó precisamente por ajustarse a prácticas impolutas ni mucho menos. Tampoco es algo exclusivamente adjudicable al colapso de esa nomenklatura aun cuando la trasnochada idea de la perestroika y la glasnost abrió la caja de Pandora y dio vía libre a la cleptocracia post-soviética con personajes como Roman Abramovich, Mikhail Khororovsky, Boris Berezovsky y muchos otros. 

La corrupción en el aparato estatal ruso es algo endémico. Lleva literalmente siglos de existencia y se remonta a la época de los zares. Basta una superficial lectura de la abundante y excelente literatura rusa para comprobarlo. Quien quiera erradicar la corrupción de Rusia debe saber que tendrá que luchar contra estructuras y prácticas varias veces centenarias, firmemente arraigadas hasta en la vida cotidiana de hombre común. En un entorno así (y no solo en Rusia) alguien podrá no saber a cuanto asciende una multa. Difícilmente ignore cuanto hay que poner y a quién hay que recurrir para evitarla. 

Algo muy similar sucede con las prácticas y los métodos empleados usualmente por las autoridades; en especial la policía y los servicios de seguridad. Los soviéticos habrán inventado el GULAG y ciertamente magnificaron y llevaron al paroxismo las prácticas represivas llegando al extremo de matar de hambre a poblaciones enteras en una escala de millones de víctimas. Pero los soviéticos no carecieron de antecedentes, aun cuando es cierto que sus predecesores operaron a menor escala. Sucede que la vida del hombre común nunca se cotizó demasiado alto en Rusia y en algunas zonas periféricas del Imperio Ruso la vida humana vale menos todavía desde tiempos inmemoriales.

En este sentido, la historia de la mafia chechena no es, por supuesto, la historia de toda la "mafia rusa", pero puede servir como un buen punto de referencia; tanto como para ilustrar la cuestión relativa a la clase de gente con la que tiene que lidiar alguien que se propone gobernar la Federación Rusa. 

Por ejemplo, Ramzan Kadyrov, es el actual presidente de Chechenia. Su padre, Ahmad-Hadji Kadyrov, – también presidente en su momento – fue asesinado en Mayo de 2004. Cuando Ramzan accedió al poder se le preguntó cómo pensaba vengar la muerte de su padre. Su respuesta fue: "Ya maté a quienes debía matar. Y a los que estén detrás de ellos los mataré también; hasta el último de ellos; hasta que yo mismo termine muerto o encarcelado. Los mataré mientras viva." [[3]] 

Desde el punto de vista moral la declaración merecería unos cuantos epítetos. Lo que no se puede decir es que el mensaje carece de claridad. Y quizás lo más notable de todo es que en Chechenia – y, si vamos al caso, tampoco en Rusia – no fueron demasiados los que se escandalizaron por estas declaraciones del señor presidente.

Sobre todo porque no estaba fanfarroneando. En absoluto. Y todo el mundo lo sabía. 

La historia de cómo se llegó a ello es una larga historia. Es un relato plagado de nombres extraños que nos resultan bastante difíciles de recordar; la mayoría de ellos completamente desconocidos. Pero quizás justamente por eso valdrá la pena contar lo que sucedió siguiendo en esto a Thomas Petrov y Alexey Gordon, [[4]] quienes estudiaron el caso a fondo, e incorporando, además, información procedente de otras fuentes directas. Y vale la pena porque en Occidente la gran mayoría de las personas – incluso algunos que se suponen intelectuales y se animan a opinar libremente sobre Rusia y la política rusa – solo conocen superficialmente (algunas) cosas relativas a lo anecdótico siendo que el trasfondo profundo de los acontecimientos les es completamente desconocido.

O bien les es conocido pero lo callan. 

Lo cual, como veremos más adelante, no deja de ser saludable desde cierto punto de vista.



El Fin de alguien llamado Movladi Atlangeriyev 

Hacia Abril de 2011 las autoridades rusas cerraron el caso de la muerte de Movladi Atlangeriyev, un destacado jefe del crimen organizado ruso y doble agente del FSB. Oficialmente el caso terminó archivado debido a la “imposibilidad de identificar a un individuo imputable del delito investigado”. 

Los eufemismos de la burocracia suelen ser patéticos y, en este caso, hasta resultan ridículos porque no es ningún secreto para nadie, y menos para los miembros del aparato de seguridad ruso, que Atlangeriyev fue secuestrado en Moscú por un grupo de chechenos que lo trasladó a Chechenia donde desapareció para siempre .

La carrera del sujeto se había iniciado unos 40 años antes. Comenzó en la década del ’70 del Siglo XX con robos en los departamentos de estudiantes ricos; en los ‘80 estuvo involucrado en la guerra desatada entre las bandas de Moscú; en los ’90 ayudó a Boris Berezovsky a construir su imperio empresarial y en los 2000 cooperó con el FSB cuando esa agencia se dedicó a detener y a aniquilar las figuras-clave de los grupos militantes chechenos.



Un dúo muy dinámico

Movladi Atlangeriyev nació un 16 de Junio de 1954 en Karaganda, Kazajistán, en una familia de chechenos desplazados de su lugar de origen. [[5]] Apuntemos de paso que tres años antes, en 1951, había nacido en el mismo lugar un niño de otra familia chechena similar y al que ya hemos mencionado: Ahmad-Hadji Kadyrov, el futuro presidente de Chechenia. Ambos concurrieron a la misma escuela y su amistad se remonta a aquella época.

Los Atlangeriyev eran de relativamente buen nivel económico. Después de que su hijo terminara los estudios básicos en Karaganda, la familia lo envió a Moscú, a estudiar en el Instituto Plekhanov de Ciencias Económicas. Simultáneamente, Khozh-Akhmed Nukhaev – otro checheno, también de familia desplazada, nacido en Kirguistán – se inscribía en la Universidad Estatal de Moscú. Muy pronto ambos jóvenes se hicieron amigos. Los dos eran chechenos y soñaban con alcanzar un estándar de vida muy difícil de lograr en la Unión Soviética de los años ’70: trajes a medida, restaurantes de lujo, autos importados y, por supuesto, mujeres y vodka en cantidades preferentemente generosas. Por consiguiente, pronto ambos abandonaron sus estudios para dedicarse a actividades más lucrativas. Sus primeros objetivos fueron estudiantes ricos de África y del mundo árabe que suplementaban sus ingresos con el tráfico ilegal de divisas y el contrabando. Los departamentos de estos estudiantes empezaron a ser robados y los ladrones escapaban fácilmente de la ley puesto que las propias víctimas obviamente no tenían ningún interés en llamar la atención de las autoridades.

Según el ex-agente del FSB, Aleksander Litvinenko (envenenado en Londres en 2006), Atlangeriyev y Nukhayev habrían estado colaborando ya desde principios de los ’70 con la KGB que les suministraba información sobre los estudiantes extranjeros que podían ser de interés. Sea esto cierto o no, lo concreto es que no hay suerte que dure eternamente. A principios de los ’80 los dos chechenos tuvieron la mala fortuna de robar justo en el departamento de un estudiante que tenía parientes con influencias poderosas. Terminaron detenidos, acusados y sentenciados por robo y fraude. 

En la cárcel, el dúo se caracterizó por su indisciplina y su frecuente participación en reyertas y peleas de todo tipo lo cual, si bien no los congració con sus guardianes, les hizo ganar el respeto de los Vor o jefes del hampa. [[6]] Recuperaron su libertad en 1988, justo en el momento de la glasnost, cuando comenzaban a levantar cabeza los primeros grandes grupos criminales en Moscú. 



Maksim Lazovsky

Algún tiempo después, los grupos chechenos en Moscú estaban todavía bastante desorganizados, pero entre sus líderes ya se destacaban personajes como Nikolay Suleymanov (Khoza), Lecha Altamirov (Lecha, Lusy - Lecha “Cabezaloca”), Mussa Talarov (Starik – “El Viejo”), Lecha Islamov (Boroda – “El Barbudo”), Mustafa Shidaev, o Balaudi Tekilov (Malysh – “El Bebé”).

Las bandas controlaban mayormente el negocio de venta de automotores y la industria hotelera, compitiendo fuertemente con otras bandas no-chechenas como la Orehkovskaya, la Baumanskaya, la Lyuberetskya, o la Balashikhinskaya. A veces estas bandas se convertían hasta en la autoridad oficial en ciertas ciudades y su actividad no podía pasar inadvertida a la KGB. Pero en Rusia, a veces una autoridad no demasiado limpia todavía es mejor que ninguna autoridad en absoluto y, en todo caso, siempre se verifica el viejo principio policial de que, si no se puede eliminar cierta forma de crimen lo único que queda es tratar de controlarla. Especialmente si ese control promete ser algo lucrativo.

En poco tiempo las bandas chechenas sueltas se fueron unificando y constituyeron el grupo que luego sería conocido como "la Lozanskaya". El nombre viene de un restaurante que el grupo utilizó como cuartel general y que se llamaba “Lozanya” – una rusificación de la itálica y popular “Lasaña”. En el submundo del hampa el grupo empezó a ganar prestigio cuando Atlangeriev y Nukhaev consiguieron sumarle dos figuras de renombre en el medio: Gennady Lobzhanidze (Gena Shram – “Gena el de la cicatriz”) y Tengiz Marianoshvili. 

La KGB, por su parte, tampoco quiso quedar fuera del juego e infiltró el grupo con Maksim Lazovsky (Khromoy – “El Rengo”), nacido en Grozny, la capital de Chechenia.



La banda más sangrienta de Moscú

En apenas un año, la Lozanskaya se convirtió en uno de los más importantes grupos del crimen organizado. Llegó a controlar la cadena de negocios Berezka, dedicada a productos alimenticios de lujo y mercaderías suntuarias, el mercado automotor, todas las empresas comerciales en cinco de los distritos de Moscú, la mayoría de los hoteles y la mayoría de las gasolineras de la ciudad. Con sus rivales de las bandas no-chechenas empleó medios tan drásticos como expeditivos. Por ejemplo, cuando en 1988 se produjo un conflicto entre la Lozanskaya y la Baumanskaya, 30 chechenos asaltaron el restaurante Labirinth de la Avenida Kalininsky y acuchillaron entre 15 a 20 opositores. Otro duelo sangriento ocurrió frente al café Atrium de la Avenida Leninsky, dónde se enfrentaron a cuchilladas chechenos y miembros de la banda Lyuberetskaya. 

Otro conflicto más estalló entre la Lozanskaya y la Solntsevskaya con motivo del control del distrito Sudoccidental de Moscú. La violencia llegó a ser extrema pero, después de cierto punto, intervinieron otros Vor y los objetivos terminaron siendo distribuidos entre las bandas en conflicto. Sin embargo, el caso fue excepcional. La Lozanskaya estaba dispuesta a obedecer solamente a determinados Vors. 

En poco más de un año, la Lozanskaya aniquiló a un buen número de jefes de diferentes grupos del crimen organizado. Sus miembros se ganaron una reputación de duros e inflexibles a quienes nadie se atrevía a desafiar. Para 1990 los principales entre ellos ya eran varias veces millonarios. Algunos hasta billonarios.



La banda de Berezovsky

Todos estos acontecimientos coincidieron con el surgimiento del movimiento nacionalista y separatista de Chechenia. Los jefes mafiosos, muy influyentes en la república, se dedicaron a acelerar activamente el proceso. La perspectiva de hacerse de todo un país independiente prometía ser muy rentable.

Después de un discutido referéndum que tuvo lugar en Octubre de 1991, el general Dudayev terminó convirtiéndose en el presidente de Chechenia (República Chechena de Ichkeria) y declaró unilateralmente la independencia de la república.

La medida contó con el beneplácito y la financiación de la Lozanskaya aun cuando, para esa época, una parte de sus miembros ya estaba detrás de las rejas. En efecto; en 1990 los servicios de seguridad rusos tuvieron que admitir que habían perdido el control sobre la banda y lanzaron un operativo para cazar a varios de sus líderes. Mastafa Shidayev, Balaudi Tekilov, Nikolay Suleymanov, Lechi Islamov, Gennady Lobzhanidze, Movladi Atlangeriyev y Khozh-Akhmed Nukhaev, así como el propio agente de la KGB Maksim Lazovsky, terminaron detenidos, acusados de extorsión y tráfico de drogas, y condenados hasta a 8 años de prisión.

Con todo, prácticamente ninguno cumplió la totalidad de la pena. Algunos incluso fueron liberados bastante pronto. Khozh-Akhmed Nukhaev, por ejemplo, fue originalmente enviado a una prisión en la región de Khabarovsk. En Noviembre de 1991 un destacamento de la milicia de Grozny se presentó en la prisión con documentos según los cuales la milicia Chechena había presentado cargos criminales contra él y exigía su inmediato traslado a Chechenia. Los rusos cometieron la “torpeza” de entregarlo y, huelga decirlo, el hombre fue puesto en libertad ni bien arribó a Chechenia. Más aun: la Corte Suprema chechena canceló la sentencia rusa y, por supuesto, muy pronto Khozh-Akhmed Nukhaev se convirtió en un firme aliado y partidario de Dudayev.

Más temprano que tarde los líderes de la Lozanskaya fueron liberados, aunque no todos tuvieron el mismo destino. 

Nikolay Suleymanov pasó 2 años en la cárcel. Después de ello se fue a Chechenia y se alió con Ruslan Labazanov, un comandante militar checheno opositor de Dudayev. Suleymanov fue herido y hecho prisionero en un enfrentamiento entre partidarios de Labazanov y Dudayev. Sus amigos Atlangeriyev y Nukhayev hicieron de todo para liberarlo y al final lo lograron pero la suerte no quiso acompañarlo. Suleymanov volvió a Moscú y allí lo mataron a balazos en 1995. El año anterior, unos sicarios habían eliminado a Gennady Lobzhanidze.

Durante su corta estadía en prisión Atlangeriyev e Islamov adquirieron su status de Vor. Regresaron a Moscú donde mantuvieron estrechos lazos con el gobierno checheno y su viejo asociado Nukhayev.

A pesar de algunos traspiés como los relatados, la década de 1990 resultó ser una época poco menos que dorada para la Lozanskaya. Los miembros de la banda falsificaron documentación del Banco Central ruso y usaron el dinero para adquirir bienes petroleros y obtener el control sobre parte de la terminal marítima de Novorossiysk. 

Con todo, la operación más fructífera la concertaron con Boris Berezovsky con quien habían estado asociados desde fines de la década del '80 cuando Berezovsky vendía automóviles a través de firmas controladas por la Lozanskaya. A fines de los 1980, aproximadamente por la misma época en que Mikhail Khodorovsky obtenía su licencia para fundar el Banco Menatep, la fábrica de automóviles AvtoVAZ (más conocida por su marca Lada) acordó con Berezovsky la constitución de la cadena de concesionarias LogoVAZ. Después de un tiempo, Atlangeriyev y Nukhayev empezaron a montar un negocio de "protección" para Berezovsky ayudándolo a protegerse de bandas competidoras que amenazaban a AvtoVAZ. Berezovsky no solamente les pagó por el servicio sino que les "prestó" a Magomed Ismailov, el jefe de su servicio de seguridad, y les concedió una importante participación en el negocio de LogoVAZ en San Petersburgo.

Cuando en 1994 Berezovsky formó el AVVA (Alianza Automotriz Gran Rusa) para crear "el automóvil del pueblo", la compañía fue "despojada" de aproximadamente 1.000 millones de rublos en una operación concertada por la banda Orekhovskaya competidora conducida por Sergey Timofeyev. Estalló, pues, el conflicto entre Berezovsky y Timofeyev y hasta hubo un intento de asesinar al primero, pero intervino la Lozanskaya, Timofeyev devolvió el dinero y la cuestión se consideró saldada. 

Paralelamente, Nukhayev se dedicó al negocio petrolero. Formó la compañía Lanako dedicada a la venta de combustibles. Al frente de la misma quedó nada menos que Maxim Lazovsky, el agente del FSB.



Los jefes de la banda se convierten en militares

Hacia fines de 1994, por la época de la Primera Guerra Chechena (1994-1996), todos los jefes de la Lozanskaya mantenían estrechos lazos, tanto con los líderes separatistas chechenos como con las agencias de seguridad rusas. Los buenos muchachos no querían dejar cabos sueltos. Lecha Islamov, Balaudi Tekilov y Khozh-Akhmed Nukhayev apoyaron a los separatistas mientras Atlangeriyev y Mustafa Shidaev cultivaban lazos con el FSK, el aparato de seguridad que heredó a la KGB y que sería el antecesor inmediato del FSB. [[7]] 

Este aparato, por su parte, se estaba cayendo de a pedazos y no poseía un esquema confiable para trabajar con los jefes de las bandas chechenas, siendo que a veces la relación se limitaba a una simple cooperación individual para liquidar cuestiones de negocios personales. En algunos casos puntuales los agentes de seguridad y los criminales chechenos hasta llevaron a cabo operaciones conjuntas bastante tenebrosas.



Khoj-Akhmed Nukhayev

Por ejemplo, en Noviembre de 1994 Andrey Shchelenkov, un empleado de Lanako, murió tratando de colocar una bomba en el puente sobre el río Yauza. Un mes más tarde explotó una bomba en un ómnibus de Moscú. Dos años más tarde, Maksim Lazovsky y Aleksey Yumashkin – ambos agentes del servicio de seguridad – fueron arrestados y acusados de cometer esos crímenes. Seis otros agentes de seguridad quedaron bajo sospecha.

En su momento, los servicios argumentaron que Lazovsky había llevado a cabo sus ataques terroristas siguiendo órdenes de Dudayev recibidas a través de Nukhayev mientras que Yumashkin se había infiltrado en la banda de Lazovsky como agente secreto. Según otra versión – la de Aleksander Litvinenko – los atentados fueron organizados por los servicios de seguridad que querían tener las manos libres y buenos argumentos para comenzar la guerra en Chechenia. Sea cual fuere la verdad, lo cierto es que la corte absolvió tanto a Yumashkin como a Lazovsky.

Cuando la situación en Chechenia se volvió grave, las agencias de seguridad decidieron acorralar a los miembros de la Lozanskaya. Movladi Atlangeriyev fue arrestado y acusado de tráfico de drogas y Lecha Islamov de extorsionar a un comerciante afgano. Pero muy pronto los pusieron en libertad. Islamov, después de su liberación, se dirigió inmediatamente a Chechenia.

Cuando comenzó la Primera Guerra Chechena, la Lozanskaya participó del lado de los separatistas. Lecha Islamov se convirtió en el subcomandante de las fuerzas del sector Sudoccidental de la República Chechena de Ichkeria y Balaudi Tekilov se convirtió en el comandante de campo de Salman Raduyev. 

Kozh-Akhmed Nukhayev dirigió el Servicio de Inteligencia Exterior de Ichkeria-Chechenia en 1995 y, cuando en Abril de 1996 Dudayev murió bajo el impacto de dos misiles, Nukhayev fue nombrado vice-premier en el gobierno de Zelimkhan Yandarbiyev. Después, cuando Aslan Maskhadov se hizo del poder en Chechenia, Nukhayev se trasladó a Azerbaiyán e invirtió su dinero en activos petroleros y automovilísticos de diferentes proyectos, tanto en Azerbaiyán como en Turquía. Como resultado de esas operaciones llegó a poseer poco menos que la mitad de Bakú y numerosas propiedades en Turquía. En Occidente tuvo fama de ser un fiel compañero de armas de Maskhadov pero, de hecho, a Maskhadov el hombre nunca le simpatizó demasiado, como que Maskhadov tampoco cultivó sentimientos demasiado amistosos para con otros miembros de la Lozanskaya.

Al final, entre 1996 y 1997 el FSB encontró la forma de establecer un esquema confiable de operaciones con los miembros de la banda. Mientras el servicio de seguridad pasaba por alto ciertas actividades delictivas – incluyendo en esto a un grupo de sicarios liderados por Lom-Ali Gaytukayev – los miembros de la banda brindaron su máximo apoyo a la ejecución de determinadas operaciones especiales y actuaron de interlocutores válidos en los juegos del ajedrez político disputado entre rusos y líderes chechenos de diferentes tendencias. 



Fútbol y un atentado al presidente

Una de las ironías del caso es que buena parte de la cooperación entre la Lozanskaya y el FSB fue revelada accidentalmente por el fiscal del Oblast de Vladimir [[8]] que estaba investigando el asesinato de Larisa Nechayeva, la presidente del club de fútbol Spartak.

Según la investigación, el 14 de Junio de 1997, después de finalizado el partido, Larissa Nechaeva, su hermano Georgy Sorokin, su amigo íntimo Zoya Rudzate y otra persona se dirigieron a una casa en el pueblo de Taratino. De pronto, dos desconocidos irrumpieron en el edificio. A Rudzate le pegaron un tiro en la cabeza; Nechaeva recibió primero un disparo en el abdomen y luego la remataron de un tiro en la nuca. Sorokin recibió un disparo en el cuello, pese a lo cual, una vez desaparecidos los asesinos, consiguió arrastrarse unos 40 metros hasta un establecimiento cercano y alertar a las autoridades.

Poco después, a nivel federal, el Ministro de Asuntos Internos y la Oficina del Fiscal anunciaron que el crimen había sido cometido por Alexey Zdor y Vladimir Tenashvili, dos drogadictos de la región de Moscú que inicialmente solo habrían tenido intenciones de robo. Se informó, además, que estas dos personas habían conseguido huir y que habían sido puestas en la lista de los criminales buscados. Sin embargo, la versión no conformó a los sabuesos de la región de Vladimir que siguieron investigando en forma paralela. Gracias a ello descubrieron que los supuestos drogadictos eran en realidad miembros de una banda criminal que mantenía conexiones con los servicios de seguridad.

Esa banda criminal resultó ser la Lozanskaya. Después de los asesinatos, los perpetradores huyeron a Chechenia a través de la región de Krasnodar. La investigación reveló, además, que por aquella época la Lozanskaya estaba directamente relacionada con el Spartak. Los dirigentes del club de fútbol Yuri Zavarzin y Gregory Yesaulenko eran también propietarios de uno de los principales restaurantes privados de Moscú: el Razgulyay. Desde fines de los 1980, el Razgulyay fue el sitio de reunión favorito de varios Vor. Atlangeriyev se contaba entre sus clientes más frecuentes. Allí fue donde se encontró con Zavarzin y Yesaulenko con quienes se puso de acuerdo para utilizar al Spartak como base de negocios acordándose que el hermano de Atlangeriyev – Turpal Ali Atlangeriyev – fuese el encargado de las finanzas del club.

Como resultado de estos arreglos, la Lozanskaya comenzó a fabricar una gaseosa bajo la marca Spartak-Cola, estableció una agencia inmobiliaria auspiciada por el club así como una red de gasolineras con el logo del Spartak. Oleg Romantsev, co-propietario del Spartak y entrenador del equipo, confiaba plenamente en Yesaulenko y Zavarzin pero, aun así, comenzó a sospechar que algo raro estaba sucediendo. Movido por esas sospechas, Romantsev maniobró y consiguió que Larissa Nechaeva llegara a convertirse en la presidente del club. La empresaria, ni bien se enteró de cómo funcionaban las cosas en realidad, no quiso saber nada de colaborar con los proyectos que la banda tenía en curso y no solo trató de convencer a Romantsev de ponerles fin inmediatamente sino que hasta despidió a un representante de los Atlangeriyev que cumplía funciones administrativas en el club. El resultado fue que terminó asesinada.

Ni bien les fue posible hacerlo y a pesar de las protestas de algunos miembros del FSB, en 2001 los tercos investigadores de la región de Vladimir viajaron a Chechenia tras los pasos de Zdor y Tenashvili. Interrogaron a numerosos testigos, se metieron en los archivos de la seguridad chechena y descubrieron que los asesinos de la empresaria se habían establecido en la zona de la ciudad de Gudermes, un feudo de Atlangeriyev. 

No obstante, también descubrieron que habían llegado tarde.

Tres años antes, durante el verano de 1998, el FSB le había propuesto a Atlangeriyev la eliminación de Aslan Maskhadov, el entonces presidente de Chechenia. Puesto que esa eliminación coincidía con los intereses de la banda, la Lozanskaya accedió a ocuparse del asunto y contrataron a Zdor y a Tenashvili para llevar a cabo el atentado. El 23 de Julio de 1998, cuando la caravana de automóviles oficiales se desplazaba por el centro de Grozny, un automóvil estacionado a un lado de la calle explotó. El Chevrolet blindado de Maskhadov sufrió serios daños y estalló en llamas pero el presidente escapó de la muerte por milagro gracias a que el guardaespaldas sentado a su lado recibió el impacto principal.

Tenashvili fue arrestado inmediatamente y ejecutado por las autoridades chechenas. Zdor consiguió refugiarse en Gudermes, pero muy pronto sus contratantes recibieron la orden de eliminar al testigo incómodo. 



Las relaciones entre la mafia y el FSB

Hasta 1999 la Lozanskaya continuó construyendo su relación con el FSB bajo el principio de: "Si nos beneficia, ayudamos. Y si no, váyanse al demonio". En este contexto, los acontecimientos que involucraron a Balaudi Tequilov y a Lechy Islamov son especialmente interesantes. Hacia 1997, Balaudi Tequilov fue uno de los comandantes del ejército de Dudayev mientras que Lechy Islamov fue general de brigada y comandante de las Fuerzas Especiales chechenas.

En 1997 las tropas de Islamov capturaron a Anatoly Shapkin y a Aslanbek Shortanov, dos oficiales del RUOP [[9]] del Cáucaso Norte. El FSB se puso en contacto con Islamov para negociar la liberación de los oficiales pero, como el trato no le representaba ningún beneficio personal, Islamov simplemente ignoró el requerimiento. Ante eso, el FSB recurrió a Balaudi Tequilov pero éste tampoco estuvo dispuesto a hacerlo gratis de modo que solo después del pago de una fuerte suma el FSB consiguió que Tequilov emborrachara a los guardias y liberara a los dos oficiales del RUOP. 

Hacia fines de 1997 Tequilov fue el protagonista de otra algo graciosa historia. En Diciembre de 1997 se anunció que miembros de una comisión para el intercambio de prisioneros arribarían procedentes de Chechenia con cuyo gobierno, en ese momento, el Kremlin se hallaba flirteando. Según la declaración del oficial de seguridad que se hallaba en el edificio al cual arribaron los miembros de esa comisión: "Yo estaba en la oficina (...) cuando escuché que la delegación ingresaba al vestíbulo. La puerta se abrió de repente y el titular de esta comisión, con su uniforme, su arma y todo eso, apareció preguntando en forma bastante enérgica cuánto tiempo tendrían que esperar hasta que alguien los atendiera. La voz me sonó familiar. Presté más atención y vi que se trataba del mismísimo Balaudi Tequilov a quien habíamos estado tratando de atrapar desde hacía tiempo y que era buscado por extorsión. Tanto como para estar seguro, lo saludé con un casual 'Hola Tequilov' y noté como le cambiaba la cara. Lo tuve en el suelo en un santiamén, le saqué el arma y lo esposé. Demás está decir que se produjo un revuelo infernal".

Un año más tarde, el presidente Boris Yeltsin firmó un decreto perdonando a Tequilov. En contrapartida, los rebeldes chechenos liberaron a Vincent Cochetel, el representante de la Alta Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados en el Cáucaso Norte.

Tequilov e Islamov oficiaron de mediadores principales entre los servicios de seguridad y los rebeldes chechenos cuando se trató de la liberación de prisioneros de alto nivel o perfil. El proceso incluía grandes sumas de rescate distribuidas luego entre "heroica" resistencia chechena, la Lozanskaya y algunos oficiales de seguridad. Otro que también participó del negocio fue Boris Berezovsky. El magnate contribuía a financiar a la banda y, apoyándose en ella, se construía un perfil político ayudando a los separatistas en cuestiones internacionales. En retribución por su asistencia, la Lozanskaya le organizó unas cuantas campañas de relaciones públicas gracias a las cuales Berezovsky fue reconocido internacionalmente como un político de peso y hasta como un pacificador. Fue gracias a estas relaciones que en 1998 Berezovsky "consiguió" la liberación de los ciudadanos británicos Camilla Carr y Joe James quienes habían sido hechos prisioneros por los militantes independistas chechenos. 

El FSB consiguió establecer un control firme sobre la Lozanskaya recién en 1999 cuando el vicealmirante Herman Ugryumov – el mismo que más tarde estaría al frente del cuartel regional de operaciones del Cáucaso Norte – fue nombrado segundo jefe del Departamento II del FSB, responsable por la protección del orden constitucional y el combate contra el terrorismo. Todos los que conocieron a Ugryumov, incluso sus enemigos, coinciden unánimemente en describirlo como un durísimo pero excelente oficial de contra-inteligencia. El juego aquél de "ayudaremos si queremos", con él no funcionó. De hecho, hasta les envió un ultimátum a los Vor chechenos en términos de "tienen dos opciones: o están con nosotros o están contra nosotros". Y punto. Negocios serán negocios, pero también debe quedar claro quién manda, quién está a cargo y quién tiene la última palabra. 

Movladi Atlangeriyev, Mustafa Shidaev y varios más se avinieron al arreglo. A los demás, como era de esperar, la suerte no les sonrió demasiado. Khoj-Akhmed Nukhayev fue puesto en la lista de personas buscadas por involucrarse con grupos criminales y se le permitió ir a Moscú solamente cuando las autoridades querían verlo involucrado en algún tipo de actividades, generalmente para pergeñar alguna "puesta en escena" ante colegas occidentales. A Maxim Lazovsky lo mataron "personas desconocidas" en Abril de 2000, en el distrito Odintsovo de la región de Moscú. El mismo año, oficiales del FSB invitaron a Lechy Islamov a una reunión en Chechenia. Cuando apareció lo arrestaron y lo mandaron a prisión acusado de extorsión y secuestro. Fue sentenciado a nueve años de cárcel.

Una vez detrás de las rejas Islamov se volvió algo más cooperador. Cuando se secuestraba a alguien importante en Chechenia, Islamov le escribía desde la prisión una carta a sus anteriores cómplices demandando la liberación del prisionero. A veces el recurso funcionó pero poco a poco los recursos de Islamov se acabaron. En Abril de 2004 murió en prisión, envenenado con una sustancia desconocida . . . después de tomar el té con un oficial del FSB que fue a visitarlo.

En cuanto a Balaudi Tequilov, lo encontraron con la garganta cortada en las afueras de Grozny en 2001.

De este modo, todos los sujetos que podríamos llamar "inconvenientes" para el FSB terminaron muertos. Sin embargo, el "conveniente" Atlangeriyev siguió con vida y desempeñó un muy importante papel en el gobierno checheno. Cuando en 1999 se hizo evidente que no se podía evitar otra guerra en Chechenia, los servicios de seguridad rusos empezaron a buscar un candidato a presidente para esa república. Y el candidato terminó siendo propuesto por Atlangeriyev nada menos que en la persona de su amigo de la infancia: Ahmad-Hadji Kadyrov quien en ese momento operaba como un mufti [[10]] checheno opositor de Aslan Maskhadov.

El primer encuentro entre Herman Ugryumov, otros representantes del Kremlin y Ahmad-Hadji Kadyrov tuvo lugar en una vivienda que Atlangeriyev tenía en Minsk. El candidato resultó aprobado. Poco después, cuando en 1999 Shamil Basayev – en conjunto con el saudí Ibn-al-Khattab y un ejército compuesto por combatientes chechenos, daguestaníes, árabes, muyahidines internacionales y militantes wahabíes [[11]] – invadió la vecina Dagestán, quedó prácticamente servido en bandeja el motivo para lanzar la operación militar que inició la Segunda Guerra Chechena. 

Además, por la misma época comenzaba a perfilarse y a consolidarse en el horizonte político de Rusia la figura de Vladimir Putin, un hombre que gravitaría decisivamente en toda la época posterior. Proveniente del servicio internacional de la KGB, Putin fue nombrado Jefe del FSB por Boris Yeltsin y ocupó ese cargo de un modo bastante poco conspicuo entre Julio de 1998 y Agosto de 1999. Primer Ministro a partir del 16 de Agosto de 1999, empezó a desempeñarse como Presidente en Ejercicio de la Federación Rusa en Diciembre de 1999, después de la renuncia de Yeltsin. Quedó confirmado como presidente en las elecciones presidenciales de Junio de 2000 con el 53% de los votos, asumiendo oficialmente su primer mandato el 7 de Mayo de 2000.

Durante la Segunda Guerra Chechena, que entre una cosa y otra degeneró en una verdadera carnicería, Ahmad-Hadji Kadyrov y Atlangeriyev participaron activamente en la lucha del lado de las tropas federales rusas. Tanto es así que, cuando las tropas rusas rodearon y aislaron a Gudermes acorralando a una nada despreciable fuerza rebelde, los dos amigos de la infancia tuvieron una breve conversación con sus amigos y los heroicos rebeldes terminaron abandonando la ciudad sin disparar un tiro. 

En Marzo de 2000 Atlangeriyev invitó a Salman Raduyev – un comandante rebelde que en ese momento gozaba de cierta influencia – a viajar a Arabia Saudita para entrevistarse con Khoj-Akhmed Nukhayev y arreglar las diferencias así como para discutir otras cuestiones de financiación. De acuerdo con el plan acordado, Raduyev se dirigió a una población, despidió a sus guardias, se afeitó la barba y esperó la llegada de la gente de la Lozanskaya. Pero en lugar de miembros de la banda los que aparecieron fueron oficiales del FSB que irrumpieron en la casa y lo arrestaron. Dos años más tarde, en 2002, Raduyev moriría en prisión, víctima de una "misteriosa enfermedad", mientras purgaba una condena a cadena perpetua.

En Octubre de 2000 Atlangeriyev le ofreció a Turpal Ali Atgeriev – quien en ese momento, además de ser la mano derecha de Maskhadov, oficiaba de Ministro de Seguridad del Estado en Chechenia – un viaje a Daguestán para iniciar negociaciones con Herman Ugryumov. Ni bien arribó en Makhachkala, la capital de Daguestán, Atgeriev fue inmediatamente arrestado por el FSB. En 2002 fue otro más que murió en prisión víctima de una "enfermedad desconocida".

Gracias a estas operaciones, Atlangeriyev recibió varias medallas, un arma personal con una inscripción y, según ciertos informes, hasta le fue concedido el rango de coronel. Es solo natural que, cuando en Octubre de 2003 Akhmad-Hadji Kadyrov terminó siendo elegido presidente de Chechenia con el 83% de los sufragios a su favor (en elecciones apoyadas por los rusos y saboteadas por los rebeldes) el hombre sintió que le debía algo a Atlangeriyev. De hecho, el Vor ejerció una gran influencia sobre la república y, no solo eso, también en Moscú le sonrió la fortuna. Realmente, en ese momento su situación no podía ser más favorable: gozaba del apoyo del FSB, disfrutaba de una excelente cobertura política y, al mismo tiempo, actuaba de árbitro en el mundo del crimen organizado. Sin embargo, la bonanza no le duró mucho.

El 30 de Mayo de 2001 Herman Ugryumov fue ascendido a almirante. El evento fue adecuadamente festejado y regado con vodka en los cuarteles de la base militar rusa de Khankala. Solo que a la mañana siguiente Ugryumov murió de un "ataque cardíaco", con lo que Putin perdió uno de los pocos hombres en los cuales podía confiar. Tres años más tarde, el 9 de Mayo de 2004, Akhmad-Hadji Kadyrov moría víctima de una explosión en un estadio de Grozny.

Estas muertes debilitaron rápidamente la posición de Atlangeriyev, tanto en Moscú como en Chechenia. Por de pronto, el FSB comenzó a necesitar sus servicios cada vez menos y los rebeldes, por muy buenos motivos, ya no confiaban demasiado en él. La última operación conjunta de la Lozanskaya y los servicios de seguridad fue la eliminación de Shamil Basayev, el jefe checheno que había dirigido la invasión a Daguestán en 1999. Dirigentes chechenos y especialmente Lom-Ali Gaytukaev le ofrecieron la compra de una partida de armas. Dado que no era la primera vez que concertaban un negocio similar, Basayev no sospechó nada. Las fuerzas de seguridad cargaron un camión con toda una serie de explosivos de alto poder y armas diversas y, cuando en Julio de 2006 Basayev comenzó a inspeccionar las armas – algo que siempre hacía personalmente – de pronto todo el cargamento voló por los aires.



Ramzan Kadyrov

A esta altura de los acontecimientos la élite dirigente de Chechenia había cambiado casi por completo. Oficialmente, el presidente del país era Alu Alkhanov pero nadie lo tomaba demasiado en serio desde el momento en que todos sabían que pronto lo reemplazaría Ramzan Kadyrov, el hijo de Ahmad-Hadji Kadyrov. Pero Movladi Atlangeriyev no consideraba al hijo del ex-presidente checheno un par digno de su propio nivel y lo trataba como a un socio menor. De hecho, el experimentado Vor no solo le indicaba constantemente a Kadyrov hijo lo que tenía que hacer sino que, además, desbarató todos los intentos de éste de relacionarse y obtener una participación en las bandas y los negociados de Moscú y San Petersburgo. En reiteradas oportunidades Atlangeriyev le remarcó a Kadyrov junior que su padre tenía una deuda con él y que un hijo le debía obediencia al acreedor del padre. Demás está decir que a Ramzan Kadyrov esa relación no le agradó en absoluto. Especialmente las referencias a las deudas de su padre lo ponían furioso. Puesto que no tenía alternativa, hizo como que seguía la corriente pero, en realidad, muy pronto tomó la decisión de no permitir que Atlangeriyev se saliese con la suya.

En 2007 Ramzan Kadyrov se convirtió finalmente en el presidente de Chechenia. Un año más tarde saldaría todas sus cuentas. 

A principios de 2008 Atlangeriyev recibió una invitación para reunirse con Suleiman Geremeyev quien en ese momento era miembro del Consejo Federal y casualmente primo de Adam Delimkhanov, alguien, a su vez, muy cercano a Ramzan Kadyrov. Sin sospechar nada, Atlangeriyev se dirigió al restaurante Karetny Dvor de Moscú. Ni bien arribó, Geremeyev y sus muchachos le propinaron una feroz paliza, lo cargaron en un automóvil con patente de libre tránsito y se lo llevaron a Chechenia. 

Una vez arribado a destino, Ramzan Kadyrov se tomó la molestia de aclararle personalmente al Vor quién estaba al mando realmente en Chechenia. Atlangeriyev fue obligado a informar a sus asociados que reconocía a Kadyrov como líder absoluto y que, de allí en más, él sería el socio de Kadyrov y no a la inversa. En reiteradas oportunidades Atlangeriyev tomó contacto con otras personas de renombre que habían sido desplazadas por Kadyrov pero todas ellas trataron de convencerlo de la ventaja de reconocer el liderazgo del presidente. Simultáneamente, las personas cercanas a Kadyrov estaban seguras de que, tarde o temprano, la Lozanskaya se rendiría. El comentario generalizado, referido a Atlangeriyev y escuchado por los cercanos al poder en Chechenia, se sintetizaba en algo así como: "Ramzan lo mandó a pastorear por un rato, pero ya volverá". 

Fue más una expresión de deseos que la afirmación de un hecho. El veterano Vor no se rindió. Pero tampoco volvió a aparecer. Movladi Atlangeriyev sencillamente desapareció de la faz de la tierra.



Khoj-Akhmed Nukhayev

Contrariamente a varios de los antiguos miembros de la Lozanskaya, Khoj-Akhmed Nukhayev sobrevivió a los acontecimientos. A partir de 1996 intentó construirse una carrera política en Occidente presentándose como un apasionado combatiente enfrentado tanto al régimen soviético como al posterior gobierno ruso. Para ello argumentó que su original asociación con Atlangeriyev y sus primeros arrestos no se debieron a robos y ataques contra otros estudiantes sino a supuestas actividades clandestinas antisoviéticas. Admitió, sin embargo, haber ayudado a otros "empresarios" – entre ellos a Berezovsky – y hasta el haber tenido que actuar algo rudamente a veces; pero todo ello dentro del marco de una supuesta lucha política contra el régimen. Según sus dichos, el dinero que recaudó habría sido invertido exclusivamente en la promoción de la independencia de Chechenia. Lo de "exclusivamente" era un poco exagerado, por decir lo menos, pero la historia tenía su grano de verdad. 

Sea como fuere, muchas personas en Occidente no tuvieron mayor dificultad en creer sus relatos y hasta el día de hoy no son pocos los despistados que lo consideran un activo patriota checheno. En su papel de tal, Nukhayev se entrevistó con políticos occidentales y concedió varios reportajes. Uno de los periodistas que lo entrevistó fue Paul Klebnikov, un periodista de la agencia Forbes de Moscú que estaba recopilando información sobre Boris Berezovsky y que se reunió varias veces con Nukhayev en Bakú. En el 2000 Klebnikov publicó un libro sobre Berezovsky – "El Padrino del Kremlin: Boris Berezovsky y el saqueo de Rusia". [[12]] – Sin embargo, en ese libro Klebnikov no utilizó la información recabada de Nukhayev.

Muy pronto Nukhayev comenzó a autodenominarse "representante de las legítimas autoridades chechenas". En esa calidad se entrevistó incluso con Margaret Thatcher y Zbigniew Brzezinski. 

En 2003 Valery Streletsky – ex-miembro del Servicio de Seguridad Presidencial de la Federación Rusa y propietario de la editorial Detective Press – le encargó a Klebnikov la redacción de un libro sobre Nukhayev. En el mismo – "Conversaciones con un bárbaro: entrevistas con un comandante checheno sobre bandidaje y el Islam" – Klebnikov incluyó todas las declaraciones de Nukhayev, incluso aquellas en las que éste afirmaba ser la persona de mayor autoridad en Moscú. El libro también reflejó historias detalladas sobre el tema de cuándo y en qué casos una persona puede y debe ser asesinada, además de varias declaraciones sobre las opiniones de los combatientes islámicos más fanáticos. Todo ello contrastado con informes de oficiales de seguridad que habían investigado las actividades de la Lozanskaya y según quienes Nukhayev no pasaba de ser un simple criminal común.

Por supuesto que a Nukhayev no le agradó en absoluto que su discurso patriótico-político se interpretara de un modo tan libre. El resultado fue que el 9 de Julio de 2005 Paul Klebnikov terminó baleado en plena calle cuando salía de su oficina. Recibió cuatro balazos de los nueve que le dispararon pero quedó con vida. Murió dentro de un ascensor "atascado" en el hospital después de que la ambulancia que los transportó hasta allí tardara más de una hora en llegar al lugar del tiroteo. 

Desde entonces Nukhayev figura en la lista de los criminales buscados internacionalmente. Según algunos se habría refugiado en las montañas de Dagestán y habría muerto allí en un enfrentamiento armado. Pero lo concreto es que nadie sabe realmente qué fue de él.

Oficialmente, la Lozanskaya está desbandada. La gran mayoría de los jefes originales de la banda, o bien murieron de un modo o de otro, o bien desaparecieron misteriosamente. Los que consiguieron escabullirse de los servicios y sobrevivir a las peleas internas entre bandas y facciones, cambiaron de estrategia y aparecen hoy como respetables hombres de negocios. Varios de ellos se establecieron tanto en Chechenia como en Occidente.



Las reglas del juego

El vencedor indiscutible de toda esta sórdida historia es Ramzan Kadyrov. 

Sigue siendo actualmente el Jefe de Estado de Chechenia después de eliminar – literalmente y tal como se vanaglorió públicamente de hacerlo – a los enemigos de su padre. También demostró ser un sujeto con suerte: sobrevivió a, por lo menos, diez intentos de asesinato entre 2000 y 2010; un promedio general de uno por año. Posee un ejército personal de unos 3.000 hombres – los kadyrovsky – y con grandes inversones ha reconstruido buena parte de Grozny, la capital de Chechenia, completamente devastada y destruida durante la Segunda Guerra Chechena. Entre las obras figura la mezquita Akhmad Kadyrov, una de las más grandes de Rusia – quizás incluso la más grande – conocida oficialmente como "El Corazón de Chechenia".

La mezquita, inspirada en la "Mezquita Azul" de Estambul, tiene espacio para 10.000 fieles y sus minaretes llegan a los 62 metros de altura.

Fue inaugurada el 16 de Octubre de 2008 por Ramzan Kadyrov en persona. 

Y fue, por supuesto, visitada por Vladimir Putin. [[13]] El mismo que dentro de poco asumirá su tercer mandato como Presidente de Rusia con el mismo mensaje de siempre y que básicamente podría resumirse en: "Si ustedes no me estorban en política, yo por lo general no hago demasiadas preguntas en materia de negocios. Pero de cualquier manera, tanto en política como en negocios, los límites los pongo yo. Y aténganse a ellos." 

Lo que hay que tener presente para comprender la política rusa es que, en el mundo de la política real, un hombre podrá elegir (hasta cierto punto) a sus colaboradores inmediatos. Lo que decididamente no puede elegir es a la clase de gente que tendrá que gobernar. Como que tampoco puede elegir una situación geopolítica distinta de la del país que le ha tocado. 

Lo que sí puede hacer – aunque, como vimos, en países como Rusia hasta eso se hace bastante cuesta arriba – es establecer e imponer los límites y las reglas del juego. Y tendrá que tratar de lograrlo aun cuando deba recurrir a prácticas no demasiado ortodoxas, e incluso poco "democráticas", si la gente a la que tiene que poner en vereda no lo entiende de otra forma . 

Porque – les guste o no les guste a los partidarios de los hampones, a los ultraliberales aspirantes a plutócratas, a los delirantes de toda laya y a los pequeños enanos intelectuales que vociferan sus opiniones y sus interpretaciones con la enorme ventaja de no tener que gobernar a nadie – el poder real, los intereses de todo el organismo social y la autoridad del Estado están necesariamente por sobre cualquier otro interés particular o sectorial. 

Y en cualquier comunidad política medianamente bien oganizada, ése interés general es el límite para todos.

En los manuales de Ciencia Política se lo llama razón de Estado.


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Notas
[1] )- James O. Finckenauer and Elin J. Waring, Russian Mafia in America, Boston: Northeastern University Press, 1998, Pág. xiv.

[2] )- Declaración ante el Congreso norteamericano de R. James Woolsey, ex-director de la CIA, 21 de Septiembre de 1999, Audiencia relativa al Banco de Nueva York y el lavado de dinero ruso.

[3] )- Cf. http://www.newsru.com/russia/05oct2005/kadyrov.html - Consultado el 31/03/2012

[4] )- http://rumafia.com - Consulado el 15/02/2012

[5] )- En 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, los chechenos se alzaron contra el poder soviético. Stalin hizo deportar a la totalidad de la población chechena e ingusetia a Kazajistán y a Siberia en 1944 acusándolas de haber brindado asistencia a las fuerzas alemanas durante el conflicto. En realidad, los ejércitos alemanes nunca llegaron a Chechenia pero la insurrección causó graves inconvenientes durante el sitio de Stalingrado. Los chechenos fueron autorizados a volver a sus tierras recién en 1956 durante la "desestalinización" de Krushchev.

[6] )- Durante la era soviética, en el Gulag se diferenciaban muy nítidamente los presos políticos de los criminales comunes. Estos últimos, que con frecuencia conseguían un mejor trato de parte de los guardias, terminaron denominándose “Vor V Zakone”, expresión algo difícil de traducir pero que vendría a significar algo así como “ladrón de ley” entendiendo por ello un criminal que opera respetando la “ley de los ladrones”, es decir: que acata y practica el “código de honor y tradición entre ladrones” establecido por los propios criminales. Un Vor, por lo tanto, es un miembro del hampa que es respetado por atenerse a dicho código. Por extensión, el término se utiliza para denominar a los jefes de grupo o banda más poderosos e influyentes.

[7] )- El FSK (Servicio de Contrainteligencia Federal) se constituyó todavía bajo los tiempos de la URSS siendo la sucesora de la KGB (Comité de Segridad del Estado). El FSK existió bajo ese nombre desde 1991 hasta 1995. En Abril de 1995, Boris Yeltsin ordenó la reorganización del FSK lo cual resultó en la creación del actual FSB (Servicio de Seguridad Federal de la Federación Rusa).

[8] )- El oblast de Vladimir, con su capital del mismo nombre, queda a unos 200 Km al Este de Moscú. El oblast es una subdivisión administrativa aproximadamente equivalente a "provincia". 

[9] )- RUOP: Directorado Regional para el Combate del Crimen Organizado. 

[10] )- Un "mufti" es un erudito de la escuela del islamismo suní que expone e interpreta la ley islámica o "sharia". En términos religiosos administrativos, un "mufti" sería aproximadamente el equivalente de un diácono, con el agregado de que el "mufti" tiene autoridad para pronunciar dictámenes legales.

[11] )- En términos muy amplios, un muyahidín es un combatiente islámico que lleva a cabo la yihad o "guerra santa" que, a grandes rasgos, implica un combate por la fe contra "los infieles". A su vez, el wahabismo es una corriente religiosa dentro del Islam Suní desarrollada durante el Siglo XVIII, en Arabia Saudita, por Muhammad Ibn Abd al-Wahhab (1703–1792). Sostiene una interpretación estricta y conservadora del Islam, basada en la alianza histórica entre el poder político y financiero de Ibn Saud y la autoridad religiosa de Al-Wahhab. 

[12] )- Godfather of the Kremlin: Boris Berezovsky and the Looting of Russia - Harcourt. pp. 400. ISBN 0-15-100621-0, 9780151006212. Existe una edición de 2001 titulada "Godfather of the Kremlin: The Decline of Russia in the Age of Gangster Capitalism" (Padrino del Kremlin: el ocaso de Rusia en la era del capitalismo de pandilleros).

[13] )- Cf. http://www.reuters.com/article/2008/10/17/us-russia-chechnya-mosque-idUSTRE49G41J20081017 - Consultado el 30/03/2012